– Padre, venga siéntese a mi lado.
– Con mucho gusto, hijo. Pero… padre, aunque yo sea sacerdote no debería tratarme como padre sino como hijo.
– No me acostumbro padre, ¡¡digooooo, hijo!!
– Se lo ruego padre…
– Así sea, hijo… a lo que iba, veo que el final se acerca y quiero entregarte esto… a mí me lo entregó mi padre, a mi padre tu abuelo y a tu abuelo tu bisabuelo… y así ha sido generación tras generación en una tradición que se remonta al albor de los tiempos. Disfrútalo, ahora es tuyo y con la puta ocurrencia de hacerte cura será el fin de esta tradición y de nuestro orgulloso linaje.
– Diooooooooooooooooos, padre, está usted podrido… ¿nunca se va a cansar de la broma del legado y el pedo?
– Nuuuuuunca, ja, ja, ja… Tómalo, tómalo, tuyo es, mío no…
Buena semana amigos, que la fuerza os acompañe.
Imagen de Flickr por: SalFalko