Archivo de la categoría: Música que me pone to’ palote

Mi afición a la música más variopinta y, en no pocas ocasiones, raruna, hace que de vez en cuando me tome la licencia de recomendaros algún que me pone «to’ palote».

7 remedios caseros (casi) infalibles para olvidar el himno del PP después de una noche electoral*.

Ves las horas marchar frente al televisor

el teléfono está dormido en algún rincón

ese disco que da vueltas sin descansar

esa música que no podrás olvidar…

no podrás olvidar

El mundo tras el cristal. La Guardia.

Confieso que para mí peor de cualquier resaca electoral ha sido siempre seguir con el soniquete del himno del PP durante (al menos) una semana. Pe-pé-pe-pé-perebepepepe-peré-peré-perebepepepé… y así.

En un principio pensé que era un problema mío, neuronal, genético, hormonal, algún tipo de ácaro o de moho que circula por mi casa… o simplemente que soy gilipollas (un alto porcentaje de mis problemas vienen de ahí). Pero más adelante descubrí que era un problema mucho más extendido de lo que en un principio se podía pensar, incluso entre votantes habituales y convencidos simpatizantes de la formación gaviotil.

Por eso quiero compartir mi método de reseteado del jodido himno, dicho esto desde el respeto al crack que armado con un Casio PT1 pudo componer este pegadizo hit de dimensiones épicas, míticas y, si me apuráis, místicas.

Al lío… cuando me levanto de resaca electoral y al echar la primera meada intento acompasar el chorro con el ritmo que ya ha empezado a acudir a mi cabeza… Pe-pé-pe-pé-perebepepepe-peré-peré-perebepepepé… sé que ha llegado el momento de atacar el remedio 1.

Método 1. El baile del gorila. Melody.

Este método, desarrollado a partir de experiencias nocturnas con el alcohol, el electroladrillo, el reggaeton y otras drogas… resulta casi infalible… dos dosis de ser «una rumbeeeeeeera, rumbeeeeeera, rumbeeeeeeera… vamos a bailar» eliminarán los síntomas de resaca electoral acústica en la mayoría de los casos.

Jodida Melody… medolía la cabeza, medolía el estómago, medolía el alma cada vez que escuchaba (y aún escucho) su puto hit.

Método 2. Boooomba. King África.

Si la prodigiosa niña que baila con gorilas te parece muy fuerte, puedes acudir a un clásico. Este vallisoletano de adopción, tiene una serie de himnos que pueden reventar tus peores resacas… Boooooomba.

Por mucho menos de lo que hizo este tipo con Paquito Chocolatero hay gente en la cárcel en este país.

Método 3 (con doble regalo). Sopa de caracol. Banda Blanca.

Antes de llegar Juan Magán y su peñita, esto era la música latina que nos acompañaba en las fiestas de los pueblos y chiringuitos playeros… Y en las duras mañanas de caña con gas y piscina.

Desde que alguien me dijo que en un momento de la canción dicen «What a very good soup», yo pongo nivel avanzado de inglés en mis CV.

Versión Elvis Crespo y el putísimo Pitbull.

Tuvo que llegar el puto Pitbull y convencer al mítico Elvis (Crespo) para fusilar el hit.

Un día habrá que hablar de lo que folla Pitbull y lo salidísimo que está, que este tío debe sobar y dar azotes hasta a la que le vende los condones.

¿Realmente alguien dice «What a very good soup»?

Suavemente.

Este tema del gran Elvis ( Crespo ), nunca sobra.

Método 4. Antes muerta que sencilla. María Isabel.

En esta el truco está el cambiar el «Antes muerta qu sencilla, que sencilla, ay, qué sencilla» por otras frases parecidas… el himno en cuestión se borra, pero te puede dejar tocado.

Empezad por el clásico «antes muerta que sin silla» y lo vais complicando «soy Isabel (o Infante) de Castilla, de Castilla, ay de…», «me has pegado las ladillas, las ladillas, ay, las…», «te has tragado las natillas», «hasta el culo de pastillas, de pastillas… «Un besugo a la parrilla…» Y así…

Método 5. A mí me gusta la gasolina. Daddy Yankee.

Yo nunca sé distinguir si una cosa es reggaeton o electroladrillo, pero si esta puta mierda tiene algo es que puede hacerte un reseteo temporal del cerebro.
A mí me gusta ir intercalando nombres o personajes cotidianos con el «te gusta la gasolina»… e ir subiendo la dificultad… Acelera el reset mental…

A ti te gusta la gasolina… dame más gasolina.

A Luca Modric le gusta la gasolina… dale más gasolina

A mi vecina del bajo le gusta la gasolina… dale más gasolina.

A Joselito el pequeño ruiseñor le gusta la gasolina… dale más gasolina.

A esa persona de la que usted me habla le gusta la gasolina… dale más gasolina.

Al bigote de la hermana de Cristiano Ronaldo, que no se depila como buena portuguesa, le gusta la gasolina… dale más gasolina.

Y así.

Método 6 La barbacoa (los chorizos parrilleros). Georgie Dann.

Otro crack… no le podía haber dado por el robo de tarjetas, el tráfico de órganos o la cerveza artesana… no, le dio por cantar, y sólo un poco antes de verano.

Yo he conseguido estar dos días diciéndome «me gustan los chorizos parrilleros» y contestándome «loooos chorizos parrilleeeeros». Esto cura lo del himno sí o sí.

Método 7. Mi gran noche. Raphael.

Si este clasicazo del gran Raphael no consigue nada, entonces es que, quizás, no te lo merezcas, cabrón (perdón, o cabrona).

Método especial, sólo en casos muy graves y para niveles avanzados. Xta sí, Xta no. Chimo Bayo.

Coge tu coche, sal a la autovía, baja las ventanillas, sube el volumen y di adiós al himno hasta las próximas elecciones… (Esta si) pan pan pan que tun pan que pi (Esta no) chiquitan chiquititan tan tan  (Esta si) que tun pan pan que tun pan que tepe tepe (Esta no) pan pan pan que tun pan que pin.

Y si después de estos pasos el Pe-pé-pe-pé-perebepepepe-peré-peré-perebepepepé persiste…no sufras de todo se sale, menos de IKEA algunas veces y, créeme, no estás solo.

Photo Credit: Teymur Madjdereym.

* Las autoridades advertidoras autorizadas advierten que puede ser peor el remedio que la enfermedad, que seguir los consejos de este post puede tener efectos nocivos para la salud y que en ningún caso se podrá reclamar ninguna responsabilidad al autor (porque es un incapaz, un irresponsable y una suerte de insolvente moral).

Otras cinco versiones del himno del PP que no podrás (aunque quizá querrás) olvidar.

A ver que no todo va a ser mal rollo y corrupción, y viajes a ver a la novia a costa de nuestros bolsillos, que el PP también tiene cosas buenas, por ejemplo, los himnos… una putísima maravilla.

Si te gustó Cinco versiones del himno del PP que no podrás (aunque quizá querrás) olvidar aquí os traigo otras cinco versiones para mear y no echar gota. Seguir leyendo Otras cinco versiones del himno del PP que no podrás (aunque quizá querrás) olvidar.

Cinco versiones del himno del PP que no podrás (aunque quizá querrás) olvidar.

Me atrevo a introducirme en el mundo de las recomendaciones musicales aún a riesgo de que los «peperos» me echéis a los perros y los «no peperos» me acuséis de «apología del peperismo», nada más lejos de mi intención, cansinos… esto tenéis que conocerlo porque simplemente es A-C-O-J-O-N-A-N-T-E.

Hace años que mi amigo Roberto me hizo ver que existen personas (él y yo entre ellos) que independientemente de nuestra ideología política, nuestras filias y fobias, y a quién pollas hayamos votado esas elecciones, el Himno del PP no les abandonaba durante días después de la jornada electoral y no pueden evitar tararear, silbar… e incluso aporrear la mesa con el BIC naranja, ese que escribe fino, o con el BIC cristal, el que escribe normal, este maravilloso hit.

Eso es así, y yo convivo con ello… pero al descubrir estas maravillosas versiones no me puedo conformar con disfrutarlo en la intimidad, necesito compartirlo con vosotros, amigos… desde el respeto y la admiración… aquí tenéis.

1. Versión flamenco.

¿Ibas tú de peregrina y yo te cogí de la mano?, pues no me acuerdo, pero espero que fuese con esta música de fondo, reina.

2. Versión  andina.

Una de mis favoritas, si cierras los ojos, puedes transportarte a los Andes, ver pasar al Condor e imaginarte a Simon y Garfunkel «penerectos» ante este temazo.

3. Versión Remix Dance de DJ Victor Pérez.

Si me garantizan que Kiko Rivera, pincha esto en sus sesiones, no voy a un espectáculo suyo… voy a todos.

4. Versión Heavy Metal.

No hay verbena de pueblo que se precie en la que la peña no se ponga en pie, alce el puño y vaya a la fiesta pagana y que en la hoguera no haya de beber… pero eso es porque no han escuchado esto.

5. Versión Carros de Fuego.

Lo de las olimpiadas de Madrid y el empecinamiento en organizarlas puede tener su origen en esta versionaca… I cry, my friends, I cry…

 

De nada amigos, de nada…

 

Photo Credit Imagen Destacada: Dr. Mark Kubert