Tal día como hoy de 1932*es posible, aunque altamente improbable, que el abogado, pensador y político hinduista indio Mahatma Gandhi pronunciase esta frase con motivo de haber sido despertado de la siesta por cuarta vez y duodécimo día consecutivo por una teleoperadora de Jazztel.
*Y sí, en 1932 Jazztel ya se estaba trabajando el tema de la fibra entre los VIPs de la, esos momentos, colonia británica. Previsores que eran ellos.