I heard you on the wireless back in fifty two
Lying awake intent at tuning in on you
If I was young it didn’t stop you coming through
They took the credit for your second symphony
Rewritten by machine and new technology
And now I understand the problems you can see.
Video killed the radio star, The Buggles.
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Hola, amigos, qué jodida es la crisis… pero la crisis con fe se lleva mucho mejor, yo ya no leo los periódicos, ni veo la tele, ni escucho la radio… bueno eso sí, la radio la escucho, pero sólo Radio María.
Yo para sufrir oyendo a peña diciendo pijadas o a Pablo Alborán llorando porque le has dejado tú y tú y tú…(joder, le habéis dejado todos y todas, compañeros y compañeras), prefiero escuchar a viejas rezando; para escuchar gente que te amenaza con unas terceras elecciones, yo prefiero que me amenacen con cosas jodidas de verdad, con la condena eterna, con un fuego que te abrasa y un diablo que te revienta la vida en un bucle infinito… mucho mejor que ir a votar otra vez, dónde va a parar; yo quiero gente que me hable de paz de espíritu y no a Paz Padilla hablando de fantasmas… y así… al lío.
Todos tenemos claro que esta emisora se coge en cualquier sitio, allá dónde ni siquiera llegan los teléfonos satélite tú te acercas una caracola al oído y se no se escucha el mar… se escucha un Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra… que quita el sentido.
Lo que no está claro es cuando empezó a emitir, por mi parte he estado investigando y estoy en disposición de afirmar que Dios creó la emisora el segundo día de La Creación… ya sabéis que el anterior al primero (el día cero) creó Youtube, pues bien en el primero creó Cielo y Tierra (ya podían circular ondas radiofónicas) y creó la Luz (ya podían enchufar los aparatos)… así que cuando se levantó el segundo día para desayunar y en lo que se hacía el café (Dios lo toma recién hecho en cafetera italiana) se dio cuenta que se aburría, pensó voy a poner a Jiménez Losantos, pero se dio cuenta que no había creado la serpiente aún y se le ocurrió crear una emisora de radio que sólo hablase de él (de Dios, no de Jiménez Losantos). Desde entonces emite sin parar, al principio rezaban niñas, con el paso del tiempo esas niñas se han hecho viejas, pero no saben hacer otra cosa y no quieren jubilarse.
Un momento interesante en la historia de la emisora fue cuando unos jóvenes José y María, allá por el año 1 a.c., acudieron al prestigioso ginecólogo Tolonegro de Bitinia ya que María estaba de tres faltas…
– Sin ningún genero de dudas está usted encinta, vamos a hacerle una ecografía…
– Sea… – dijo un sorprendido José.
– Mire ahí tiene las manitas, la cabecita, los piececitos…
– ¡Menuda chorra!
– Eso es el cordón umbilical, animal.
– Ahora vamos a escuchar el corazón… atentos…
Dios te Salve María, llena eres de gracia…
– Cagüenlaputa… ya se me ha colado la frecuencia de Radio María otra vez en el ecógrafo…
– Ya me parecía a mí… – dijo José – lo normal sería escuchar un gorjeo, un arrullo, un zureo…
– ¿Cualo?
– Los sonidos de la paloma, es que fue engendrado por el Espíritu Santo que tomó forma de paloma – aclaró María.
– Ya, ya… menudo pájaro.
Un suceso curioso y muy documentado ocurrió en el año 1995 cuando Edelmiro Fradejas acudió al médico preocupado por una extraña arritmia, llevaba tres años con un marapasos y según parecía fallaba todos los días a las 12 del mediodía. El médico después de explorarle y realizar una serie de pruebas estaba auscultándole cuando empezó a escuchar:
– El Ángel del Señor anunció a María – decía bajito una voz de vieja – Y concibió por obra del Espíritu Santo. Dios te salve, María… – decían a coro otras treinta, al menos.
– Misterio resuelto, hay que cambiar la pila y reajustar su marcapasos, se está colando la frecuencia de Radio María – anunció el médico tranquilizando Edelmiro.
Otra historia, en este caso muy extendida pero con una versión un poco distorsionada de la realidad, ocurrió en 1871 en Ujiji, a orillas del Lago Tanganica, cuando el explorador y periodista británico Henry Stanley dio por fin con el médico, explorador y misionero escocés David Livingstone. Esto es lo que ocurrió realmente:
– Doctor Livingstone, supongo.
– El mismo que viste y calza.
– He venido a rescatarle, todo el mundo está preocupado por usted.
– Pues ya puede tirar por donde ha venido… yo no vuelvo ni harto de Gintonics… – comentando al instante tras un largo silencio – Stanley, yo he leído la Biblia cuatro veces mientras estaba esperando en Manyuena. Todo lo que soy lo debo a Jesucristo, revelado para mí en su Libro divino. ¡Oh, Stanley, Stanley, aquí está el manantial de la fuerza y del poder que transforma!
– Ahora lo entiendo todo, haber empezado por ahí, alma de cántaro.
– Pues es que hay más…
– ¿De verdad?
– Sí, espero que sea capaz de guardarme un secreto
– Soy una tumba.
– Es que aquí no se escucha Radio María.
– ¿Qué decía de hartarse de Gintonics?
Continuará… casi seguro.
Buen fin de semana, amigos. Que la Fuerza os acompañe.
Photo credit: Eric Constantineau
Si queréis leer algo realmente bueno sobre el tema que nos ocupa, os animo a leer esta jodida maravilla de Javier Gómez Santander titulada, como no puede ser de otra manera, Radio María (¡pincha, coño!)