Déjame que pose para ti eres tú mi artista preferido déjame tenerte junto a mí prometo estarte agradecido. Agradecido. Rosendo.
Hola, amigos, ¡qué jodida es la vida!… aunque hay que reconocer que a veces puede ser maravillosa, hoy os voy a contar algo totalmente cierto, una de esas lecciones que te da un pequeño filosofo dando un paseo o tomando un Cola-Cao… al lío.
Josemi, mi hijo pequeño, no se conforma con tener un amigo invisible, Tilutu un ser excepcional que desde los ¿dos o tres años? le aconseja de forma muy cabal (bastante mejor que yo, evidentemente) sobre infinidad de cosas… lo curioso es que a Tilutu le acompañan otros amigos, entre ellos un tal Dios, que viven en el planeta Gordimín… un planeta también excepcional, imaginaos que Dios es vecino de mi Josemi desde que se trasladó a vivir a Gordimín (se enfadó por no sé que de que le mataron un hijo, me parece que ya no quiere saber mucho de lo que hacemos en la Tierra… acojonante).
Bueno pues resulta que por las noches Josemi no duerme, él pasa el tiempo en Gordimín… el miércoles le pregunté como se llamaba aquel famoso superhéroe de Gordimín… me sonaba algo muy gracioso, pero no sabía qué…
– Tú dices El Hombre-Chica.
– Eeeeeeeese… ¿cuál era su superpoder, que no me acuerdo?
– Pues es un hombre normal que tiene el superpoder de convertirse en chica.
– ¿En faldas?
– A veces en falda y a veces en pantalón, depende del día.
– Bueno, ¿y qué tal le va?
– Muy bien, han estrenado su quinta película… precisamente esta noche voy a verla al cine de Gordimín.
Acojonante ¿no? Bueno pues, creo, que ahora viene lo bueno…
Me levanto por la mañana y mientras desayuna Josemi y me siento a tomar un café… me da por preguntar…
– ¿Qué tal la peli El Hombre-Chica V?
– Muy bien, como siempre…
– Me alegro.
– Es de las mejores.
– ¿Quién era el supervillano?
– Un tío al que le llamaban El Machista – me dice abriendo los brazos y poniendo voz profunda.
– ¿Y qué hacía?
– Su objetivo era acabar con todas las mujeres de Gordimín…
– Ostraasssss…. ¿y qué paso?
– Que en la escena final El Hombre-Chica se convierte en chica y tienen una megalucha… se pelean a golpes.
– ¿Y quién gana?
– ¿Quién va a ganar?, la chica… y salva a Gordimín de El Machista, claro.
– ¿Y cómo luchó? ¿Con falda?
– ¿Y qué más da?
Después de que tu hijo de ocho años te cuente esto, no te extraña que Dios se haya ido a vivir allí y no quiera saber nada de nosotros. Y que él se vaya todas las noches para pasarlo de puta madre… espero que siempre vuelva y aplique a esta panda de hijosdeputa que estamos hechos algo del conocimiento y la cordura de Gordimín.
PD. Estas conversaciones son totalmente ciertas… y mi hijo ha ido al cumpleaños de Dios más de una noche… con Tilutu, Moniquino y no se cuanta gente más, en alguna ocasión los vecinos se han quejado por el ruido y ha ido la policía de Gordimín a regañar a Dios… si no os lo creéis os las veréis con El Hombre-Chica.
Photo Credit: Andreas.
Parece mentira, a veces debemos aprender de los mas pequeños. Ojala tu niño te siga sorprendiendo por muchos años mas! Cuando nos hacemos mayores nos nublamos con la sociedad en la que vivimos….