No vine aquí para hacer amigos
pero sabes que siempre puedes contar conmigo.
Dicen de mí que soy un tanto animal,
pero en el fondo soy un sentimental.

Feo, fuertes y formal. Loquillo y Trogloditas.

Hola, amigos, ¡qué jodida es la crisis!… meses sin escribir y aquí estoy de nuevo, para solaz de unos y jodienda de otros… en fin, nada que no se pueda arreglar buscando en la parte superior derecha del ordenador una especie de crucecita o tirando a tomar por culo el smartphone (que como es inteligente seguro que vuelve a casa… o no… pero piensa que si no vuelve igual no te lo mereces y Mr. Wonderful o el mismísimo Paulo Coelho tendrán una frase que te levantará el ánimo y te hará sentir un triunfador… o no).

Hoy os quiero hablar de un héroe de andar por casa… os quiero hablar de mi MoBro Juan Vicente y su lucha por cambiar la cara de la salud masculina… al lío.

Juan Vicente, Juanvi, Goethe es un mobro de ascendencia alemana y crianza vallisoletana que lleva cinco años comprometido con la causa bigotuda y colaborando con Movember Foundation. Profundizando en la biografía de Juanvi podría contaros que lleva 20 años de feliz relación sentimental con Mariví Godín (MoSista, para más señas) prima segunda del excelso central charrúa del Atlético de Madrid del mismo apellido, no es padre de ningún hijo o hija, le gusta el fútbol, no es vegano ni antiespecista, no le gustan los perros ni pisar sus excrementos y sólo bebe los cubalibres en vaso de tubo, con dos hielos, Pepsi Max y muy cortitos de Larios… excepto en noviembre en que bebe cerveza (artesana, si es posible). También os podría decir que Juanvi Goethe tiene un corazón que no le cabe en el pecho y una mala hostia que no le cabe en el cuerpo y tiene que llevarla en una maleta Samsonite de las rígidas… lo cual supone un problema cuando viaja con Ryanair porque le toca facturar sí o sí.

Juanvi y Mariví conocieron Movember gracias a un pescadero de su barrio, el popular y populoso barrio de Las Delicias de Valladolid: Juan Luis Poyatos. Juan Luis, un tipo inquieto y vacilón, había creado los Fisherdealer Friends para reunir a sus colegas MoBros y MoSistas y dársela parda a su señora, Verónica Delgado, durante todo el mes… a Juanvi lo de dejarse bigote, concienciar y recaudar fondos para luchar contra el cáncer de próstata y testículos, los problemas de salud mental y la inactividad física le puso to’ loco desde el minuto uno… a Mariví tardó un poco más en hacerla tilín (en concreto cinco minutos más, porque estaba mandando vídeos guarros a un grupo de antiguas alumnas de su cole que la caen de puta pena, pero no quiere perder el contacto… es lo que tiene el puto whatsapp).

Con lo que no había contado nuestro amigo Juanvi es con las normas que rigen el comportamiento de todo MoBro durante el mes de noviembre, especialmente la número cinco que dice:

A todas horas, cada MoBro debe comportarse como un verdadero caballero…

y eso con su proverbial mala hostia es un pequeño problema.

Este año alguien le preguntó:

– ¿Cuántos años llevas como MoBro?

– Pues con este son cinco.

– Pues por el culo te la hinc… ja, ja, ja…

– Me parto y me mondo… eres original como las fundas de ganchillo de los sillones orejeros de tu p*t* madre – querría haber contestado, pero se quedo en los puntos suspensivos y, sin embargo añadió: ¿Sabes que llegada una edad debes hacerte una revisión y que el tacto rectal es una de las formas de detectar que algo no va bien en tu próstata? Por cierto, una detección temprana puede ser la diferencia entre un buen final o un triste final en caso de cáncer.

Un simpático compañero de trabajo le dijo:

– Hombre, Juanvi, ¡vaya mostachazo! ¿Sabes quién a lo mejor al año que viene se deja bigote?

– ¿Tú?

– No, mi c*p*t* ja, ja, ja…

– ¡Qué grande!… qué grandísimo hijodelagranp*t* estás hecho – querría haber contestado, pero se quedó en los puntos suspensivos y añadió: ¿Tú sabes que una de cada cuatro personas sufren problemas de salud mental a lo largo de su vida? ¿Sabes que muchos hombres mueren demasiado jóvenes? ¿Que se calcula que el 75% de los suicidios son de hombres?

En el bar…

– ¿Y tu mujer también hace eso de Movember, Juanvi?

– Sí, es MoSista… el año pasado recaud…

– Pues parecerá portuguesa… ¡no, mejor, una Guardia Civil portuguesa!… sólo la tiene que faltar el tricornio… a sus ordene…

– Sólo cuando canta fados… payaso de mis c*j*n*s – querría haber contestado, pero se quedó en los puntos suspensivos y añadió: Las MoSistas son una parte muy importante de Movember, crean concienciación y conversación sobre salud masculina, y tienen ideas cojonudas a la hora de organizar actividades de recaudación… ¿Tú además de venir al bar haces algo con tu p… perdón con tu vida?

En la panadería…

– Pues te pareces al Fredy Mercury… no al Mario Bros…

– ¿La conozco de algo, señora?

– No, a Jorge Negrete o a Aznar… o a Bernd Schuster o a Vicente del Bosque.

– Pepe, dame el pan y un par de valiums… o un tiro con la recortada que escondes bajo el mostrador (las películas de cabecera de Juanvi son Perros Callejeros, Navajeros, el Pico y cosas de esas).

– Noooooooo… eres igualito a un actor porno de los 80.

– Eso es señora… y coincidimos en todos los rodajes, de eso la conozco… j*d*d* vieja locuaz de los h**v*s – querría haber contestado, pero se quedó en los primeros puntos suspensivos: Mire, señora, tengo aquí unas chapas de bigotes que a sus nietos y a sus hijos le van a flipar… una chapa un pavo, un pavo una chapa… las pulseras también son muy chulas, una pulsera un pavo, un pavo una pulsera… para investigación y tal…

Y así hasta que un día en una fiesta Movember en la Piel del Oso se le acerca un tipo y le dice sin mediar presentaciones (que nosotros recordemos, la cerveza artesana mezclada con otras seis u ocho cervezas artesanas puede agudizar el ingenio, exaltar la amistad y tener muchas otras cualidades, pero no aumenta la memoria, más bien lo contrario):

– ¿Y qué chorrada es esa del bigote?

– Pues estamos en Movember y algunos hombres nos dejamos bigote para luchar contra el cáncer masculino y…

– Vamos, no me jodas… así que dejándote bigote te crees que se cura el cáncer… pues vaya chorrada…

– No hombre, no… – y se iba a volver a quedar en los puntos suspensivos, pero miró su reloj, eran las 00:01 del 1 de diciembre y ¡había terminado, Movember!, dejó su cerveza en la barra, miró fijamente al interfecto y añadió: Eres la hostia majete, y muy tonto por lo visto y oído, pues no el cáncer sólo lo curan los médicos y cuando hay suerte… ¿tú crees que por lucir un lazo rosa afecta a menos mujeres el cáncer de mama, campeón? ¿que por que luzcamos un lazo morado menos hijosdelagranputa maltratan a mujeres, figura? ¿que desde que se empezó a usar el lazo rojo ya no existe el SIDA, fenómeno?

– Bueno, es que yo pensaba…

– Es que yo pensaba… eres muy tonto… un símbolo es un símbolo y por sí mismo no hace nada, que implicarse, apoyar y empujar todos un poquito (mejor un muchito) como mejor sepas o puedas… Lo que tú pensabas es que debías meter 10 pavos en la hucha de los Fishdealer Friends que tiene Hermo en la barra, ¡qué digo 10 pavos, mete 20… 50 mejor! Y a tomar por culo… – el interfecto lo debió ver chungo porque hizo caso, se acercó a la hucha (igual metió algo o quizá no… lo que es seguro es que no lo sacó) y se piró.

– Joder, Juanvi… igual te has calentado un poco… – Le dijo un compañero.

– Es verdad… ¡¡eeeeeeeeeh, figura!! toma una chapa de Darth Vader con bigote, que igual es tu padre…

Y dicho esto se giró y dijo: ¡Hermo! Ponme un cubalibre en vaso de tubo, con dos hielos, Pepsi Max y cortito de Larios… que ya es december…

Y esta es la historia de Juan Vicente Goethe de Todos los Santos y su “gentelmanía” durante el mes de noviembre… uníos a él el próximo noviembre, donad un poquito (mejor un muchito) o al menos, cómo decía Loquillo, no critiquéis lo que comprendéis…

Buen fin de semana, amigos, que la Fuerza os acompañe… siempre y en todo lugar… podéis ir iPad.

Imagen principal Clement127 vía Flickr.

Dedicado a mi amigo (y único alcalde verdadero) José Luis, a todos mis hermanas y hermanos Butcher Brothers y a la Sra. Satanopoulas y nuestros cachorros por todo el tiempo que les sustraigo.