Este post fue publicado originalmente en mi facebook el 24/05/2013, una sorprendente historia y una petición de ayuda de un padre con un «problema».
Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… yo aquí dispuesto a seguir contándoos mi experiencia como donante de «semillitas» y me cuenta el martes un colega lo que le ha pasado por culpa de la crisis (o gracias a ella, vete tú a saber).
Espero que la historia no os resulte muy larga pero da mucho que pensar y quizás dentro de unos días os lleguen noticias por otros medios, quién sabe en estos tiempos tecnológicos que nos a tocado vivir (¡joder, otra coletilla que voy a declarar proscrita!)… al lío.
Resulta que el colega en cuestión tiene un hijo de seis años, superespabilado desde pequeñito… no os digo más que hablaba bien clarito a los dos años y antes de empezar el cole con tres recién cumplidos ya leía (no de corrido, pero leía el muy cabrón) ¡Os lo juro «jurao»!. El «jodío» niño ya con seis años, por supuesto, lee y escribe a la perfección y en algún tipo de test psicológico ha dado muestras de ser un auténtico lumbreras y apunta a estar intelectualmente bastante por encima de la media… Bueno pues un día empezó a hablar raro, no siempre, ya que habla normalmente y de repente empieza a decir cosas raras (vamos que no se le entiende un carajo) y, no solo eso, entre párrafos escritos en correcto castellano te mete unas letras raras, signos extraños y cosas ininteligibles.
Mi colega se empezó a preocupar, los profesores también, la psicóloga del cole después de unas pruebas determinó que no existía dislexia, dislalia, ni ningún otro tipo de dis… en la Seguridad Social tres cuartos de lo mismo, incluso mi colega había contactado con Iker Jiménez para que el caso fuese a «La nave del misterio» (¡a tomar por culo!, a grandes males, grandes remedios)… y, mira tú por donde, el otro día estando por otro tema en el pediatra, una doctora joven que estaba con la doctora (imagino que haciendo el MIR) le dice a mi colega:
– ¿Su hijo es estreñido?
– Sí, bastante.
– ¿Su hijo lee cuando está sentado en la taza?
– Sí, de hecho lo tiene prohibido y hemos retirado todos los cuentos y revistas del cuarto de baño para evitar que esté sentado más tiempo.
– ¿Usted hace la compra en el DIA?
– Sí, ya sabe la crisis, ahorrar un poquillo, las marcas blancas de DIA no están del todo mal…
– Aaaaah pues ahora entiendo porque su hijo habla de forma aceptable el griego moderno, e incluso ha puesto su nombre en griego en el dibujo que está haciendo.
– No entiendo nada – dice mi colega.
– Su hijo ha aprendido griego él solito mientras lee las etiquetas de los champús del DIA, a la hora de realizar sus gestiones con el señor Roca.
Os parecerá una historia increíble pero mi colega está pensando en hacer un actuable o un change.org (o como Dios quiera que vosotros los entendidos llaméis a esas cosas) para que el DIA etiquete también en chino o en ruso (lenguas que estima que a su hijo le vendrán bien en un futuro) y otro para que CLAN ponga a Dora la Exploradora y Bob Esponja en griego para mejorar la pronunciación del «jodío» niño. Si os llegan os ruego encarecidamente que las firméis.
Buen fin de semana amigos, que la fuerza os acompañe.
