Lo vintage no quita lo valiente.

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… ¿qué me decís del Carnaval?, si el día del padre y el de San Valentín los inventó El Corte Inglés, el Carnaval lo han inventado los chinos… aunque también podrían haberlo inventado los fabricantes de bolsas de basura… en eso mi amiga Anita fue una adelantada a su tiempo, algún día hablaremos del tema.

Yo sigo con mis visitas a todos los médicos habidos y por haber, me falta el ginecólogo. El lunes tenía que hacerme unos análisis “es muy importante que estés al menos 12 horas en ayunas, muy importante Alfonsas” me insiste el médico… “ya veremos” pensé yo, y es que después de lo que me pasó con el ayuno en una donación de semen… al lío.

Había quedado con mi amigo, “el donante primigenio”, al salir de trabajo nos íbamos a donar, se me había hecho tarde y no había comido nada, estaba reventado tras una dura jornada de trabajo, y llevaba toda la semana acudiendo a donar (a mi edad un litro no se consigue así como así).

Según llegamos recojo mi botecito y me dirijo al cubículo de costumbre, un lugar agradable, su cómodo silloncito de cuero negro con masaje, tele de plasma, un montón de revistas con tías neumáticas, un Blue-ray con un «puñao» de pelis flamantes con sus señoras rubiasplatino y chocho morenote (si no estuviese depilado, claro)… siento unos golpecitos en el hombro:

– Sr. Satanopoulas, se ha equivocado de puerta de nuevo, y ya no le vamos a dejar más, esto es para menores de 26 años, para los viejunos tenemos una sala más acorde a sus gustos y donde va a sentirse más inspirado (¡¡¡inspirado!!! , jodidapayasadeloscojones).

– Menos mal, señorita, aquí me siento un poco desubicado y ese mando a distancia tiene más botones que la bragueta de Gasol, me lío con el «vidio», y no me inspiro (putazorradeloshuevos, entre dientes, como siempre).

Me indica una puerta también muy blanquita, con dos rombos rojos en la espina superior derecha” y cuando entro… ¡aaaay cuando entro!, ¡el paraíso!, calendarios de los de taller de los años 80 en las paredes, tetazas, caderazas, pelos en su sitio, cual gatos «tumbaos», revistas ajadas, la Macho, la LIB, la Pen… el Interviú de Lola Flores, de Marisol… ¡la Duquesa de Alba!, una Telefunken de culo gordo con botón para cambiar a UHF y sin mando a distancia, un vídeo Sony sistema Beta, un palo de escoba… para darle al play y al pause (of course), una caja de cartón con pelis como «Emmanuelle negra en el valle de los zombies», «Colegialas en celo aprenden francés a pelo«, «Ten cuidado con lo que tocas, a ver si te voy a llenar la boca«, «Vamos a la carga con la cosa que se alarga» y otras míticas… y la puta estrella… un tresillo de escay rojo, con sus funditas de ganchillo en cabecero y reposabrazos… ¡¡el puto paraíso!! para vivir así, lo mejor es no morirse, amigos.

Retiro, haciendo una pincita con mis dedos pulgar e índice, las fundas de ganchillo… que uno también tiene su lado escrupuloso… y me siento, con mis gayumbos y pantaloncillos por los tobillos, con mi botecito en la mano… y no sé si por la emoción, por el cansancio, la flojera de no haber comido en horas o la aguda carencia de hierro, pero el caso es que me quedé traspuesto, fui resbalando por el sillón (aunque el escay siempre ha sido más de dejarte pegado que de resbalarte) y caí al suelo, con fuerte golpe en la nuca, llevándome por delante la caja de películas, las revistas y lo que pillé por delante… ¡¡¡ HOSTION !!!

Alarmada por el ruido, aparece la señorita de marras, que qué ha pasado, que si me he hecho daño, que si tal, que si cual… la tía se descojonaba, yo también, pero me dolía el alma, la cabeza, el estómago…

– Pero hombre, qué cosas le pasan…

– Nada amiga, son cosas del directo y de ver esas Interviús, irrepetibles, épicas, míticas… ¡¡la Duquesa de Alba!! Me ha dado un vahído.

– Ay pobre, ¿se encuentra bien?

– Puuuuuuf, me duele la cabeza y se me ha revuelto un poco el estómago.

– Ahora le traigo un poco de hielo para la cabeza, y para el estómago le puedo traer un sobre de Almax.

– No, Almax casi que no… – Dioooooos, qué asco sólo de pensarlo.

– Pues algo fresquito, ¿un actimel?, ¿un vasito de leche fresquita?, ¿una horchata?…

– O un chupito de Mangaroca, o de Baileys… ¡no te jode!

Buen fin de semana amigos, que la fuerza os acompañe.

Photo Credit: Tal Bright

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