En tienda de ultramarinos la chica rubia, cuasi albina, de ojos del azul del cielo no dejaba pasar delante en la cola a la señora de pelo feo y dientes de marfil manchados de carmín.
– Eh, que tengo prisa, me esperan en una gran celebración. Pero ¿tú quien te has creído que eres, niñata?
– Soy Daenerys de la Tormenta, de la casa Targaryen, la Primera de su nombre, Reina de Meereen, Reina de los ándalos, los rhoynar y los primeros hombres, Señora de los Siete Reinos, Protectora del Reino, Khaleesi del Gran Mar de Hierba, La que No Arde, Rompedora de Cadenas y Madre de Dragones.
– Pues yo soy Ana Botella, mujer de presidentes, sucesora de ministros, nuera de agaegs, alcaldesa de grandes ciudades y organizadora de Juegos Olímpicos… y sólo llevo un brick de vino.
– Venga, siendo así, pase… ¡Joder, cómo está el patio del mundo de la fantasía!
Buena semana y que la fuerza os acompañe.
Microrelato publicado allá por septiembre de 2013, esa gente que se le mete algo entre los huevos, por ejemplo unas olimpiadas por decir algo, y contra viento y marea, pese a quien pese se tienen que salir con la suya… o no.
Photo Credit: Anna Fischer