Robin Hood Reloaded: Días de vino y (leche de) soja.

Me gusta publicar un post los viernes, pero a veces te sientas a escribir y no te sale una puta mierda… no es mi caso, a mí esta semana me han salido dos, pero tan puta mierda que no las voy a publicar… y se me ha ocurrido recuperar este post que publiqué en Facebook allá por agosto de 2013, en plenas vacaciones de verano en Asturias… dice así:

En algún lugar de Asturias, 16 de agosto de 2013

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… aunque no os voy a mentir, de vacaciones es menos jodida. Sí, estoy de vacaciones, son pocos días, pero siempre he dicho que teniendo pocos días de vacaciones lo mejor es pasarlas con tu mujer que se te hacen más largas… y en ello estoy.

El tiempo libre te permite pensar y a mí me asaltan las dudas… a las generadas por la publicidad de las marcas de tampones y compresas ¿el parrús de Patricia Conde huele a nubes o son las nubes las que huelen a parrús de Patricia Conde? se unen otras, surgidas de la estancia en Asturias, de igual o más difícil respuesta,: ¿quién preñó el primer bollu?, la fecundación del bollu ¿es natural o asistida?, ¿quién fue el primer iluminado que «la metió» en una masa de pan?… ¿los niños vascos nacen con pendiente y coletilla? y así…

Pero volviendo al tema crisis me he dado cuenta que es cierto que a veces saca lo mejor de nosotros mismos, ¡¡¡tooooooooma topicazo!!!, y si no lo creéis así, vais a ver lo que me pasó la semana pasada… al lío.

He pasado unos días sólo en casa, la Sra. Satanopoulas y los cachorros se fueron de camping con los amigotes y yo, con todo el dolor de mi corazón, me he tenido que quedar protegiendo el hogar y trabajando un poco, todo hay que decirlo.

El caso es que llego a casa después del trabajo, bueno y de tomar unas cervezas en el Nuberu… ya me extrañó no ver el coche a la puerta, desde que pusieron la ORA, me falta meter el coche en el portal, sabe Dios que una vecina, la hijadelagranputa, lo ha intentado tres veces para alegría del taller y disgusto del seguro… bueno a lo que vamos, no veo el coche, me imagino que lo he aparcado en otro sitio y no me acuerdo donde, vete tu a saber…

Subo a casa, la puerta está abierta de par en par, me han revuelto todos los armarios, los cajones… ¡han entrado a robar! No está la tele… reviso toda la casa y no falta nada más… total, la tele es de culo gordo y no vale para nada, ¡joder, qué suerte!, no encuentro las llaves del coche, me las habré dejado en el curre.

Estaba muy nervioso… me voy a tomar una cerveza, es lo único que tengo en la nevera, además de medio limón, dos tranchetes y un brick de leche de soja (lleva allí dos años, si no hay cojones de tirarlo, no hablemos ya de beberlo), abro la nevera y me encuentro un billete de 50 pavos y una nota que dice… «Estimado señor: somos ladrones, pero tenemos corazón y no podemos robar a una persona tan necesitada que tiene la nevera en este estado, compre algo de comida y… ¡¡No se lo gaste en vino!! Mucha suerte».

Hostia, de puta madre, unos ladrones como Dios manda… robando a los ricos y ayudando a los pobres (de espíritu)… me acabé mi cerveza y me fui a la cama… ¿cómo iba a denunciar esto?

Al día siguiente me levanto, creía que había sido un sueño, pero no… en la nevera estaban los 50 € y la nota, la tele no, los armarios seguían revueltos… Me ducho, me visto y me voy a currar.

Cuando vuelvo por la tarde, no vuelvo por el camino habitual, a lo lejos veo mi coche, juraría no haberlo aparcado allí, además estaba limpio de cojones y el mío siempre parece que acaba de volver del Rally de los Faraones, tenía un vecino alérgico al polvo y por culpa de mi coche se tuvo que cambiar de barrio, relucía que hacía daño verlo de los reflejos que despedía… algo no cuadraba, ¿qué?, ¡y yo que sé!

Subo a casa, ¡joder! otra vez la puerta abierta de par en par, entro, todos los armarios colocados, voy a la nevera a revisarla, muy preocupado, ¡coño, 50 pavos son 50 pavos!, y me habían metido huevos, cervezas, un kilo de filetes, un pollo, una caña de lomo, dos ristras de chorizo (luego descubrí que una dulce y otra picante), queso de Burgos, una cuña de Flor de Esgueva, unos sobres de ketchup del McDonalds (luego me acordé que esos los había dejado yo hacía 6 años), unos supositorios Rovi, un bote de Loctite, salchichas de frankfurt, más tranchetes, margarina, Nocilla (¡cabrones, la Nocilla fuera que se queda muy dura y no hay quien la unte!), yogures, leche, fruta (¡hijosdeputa, los plátanos fuera que se ponen negros!) y verduras… y los 50 pavos seguían allí.

Voy al salón y me encuentro en el lugar de la tele un folleto de Media Markt con una tele con un circulo alrededor y una nota «Ya está todo colocado, ayer lo dejamos todo revuelto porque nos teníamos que ir corriendo a hacer un butrón en una sucursal de Bankia y se nos acababa el tique de la ORA… mañana te traen esta tele, con los cincuenta pavos pagas el primer plazo…luego ya iremos viendo, no hay derecho que haya gente viendo la tele en las condiciones que la ves tú, y veíamos que al final el dinero te lo ibas a gastar en vino o, lo que es peor, en leche de soja. Mucha suerte».

Ojiplático me voy a mi habitación y me encuentro las llaves del coche y una nota, la abro y ¿sabéis lo que ponía?

¡¡¡LAVALO, GUARRO!!!

Buen fin de semana, amigos. Que la fuerza os acompañe.

Photo Credit: Teymur Visuals

1 comentario en “Robin Hood Reloaded: Días de vino y (leche de) soja.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s