Cómico, político o presidente del Gobierno.

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… es tan jodida que no nos podemos parar a pensar en las cosas importantes de la vida… por ejemplo, ¿por qué San José se celebra dos días? El 19 de marzo San José, el Día del Padre, y el 1 de mayo San José Obrero, el Día del Trabajo… que igual en el origen el 19 de marzo era el Día de la Paloma, pero también en esto se la jugaron a este buen hombre y le hicieron creer que cumplía años dos veces en el mismo año… al lío.

Hablando de Día del Trabajo, hace unos días iba paseando con dos de mis cachorros:

– Papá, hoy me han preguntado en el cole qué quería ser de mayor. He contestado que cómico, probador de videojuegos, presidente del Gobierno o político – dice Joserra, el mayor.

– Pues mira que bien, hijo, para tres de los cuatro trabajos te valen los mismos estudios (al instante me arrepentí de mis palabras, siento un profundo respeto por los cómicos y su oficio).

– ¿Por qué dices eso?

– Por nada, hijo, por nada… Y tú, Josemi, ¿qué quieres ser de mayor? – pregunto al pequeño hedonista que habita mi casa, para cambiar de tema.

– Jubilado.

– ¿Y eso?

– Anda, pues para poder estar en casa sin hacer nada siempre que quiera, que es lo que más me gusta.

– Ya hombre… pero a ti también te gusta ir al parque.

– Bueno sí, algún día iré, los jubilados también van al parque.

– Sí y también puedes ir a vigilar obras – le comento.

– ¿Y eso por qué?

– Porque a muchos jubilados les gusta ir a vigilar obras, opinar de lo mal que lo hacen los obreros, cómo tienen que trabajar, decir que ya no se hacen las cosas como las de antes…

Y después de un breve silencio:

– Ya, papá, pero esos serán los jubilados arquitectos…

¡Qué buenos ratos nos dan los hijos!… bueno alguno malo también nos dan, como por ejemplo, el Aitor a su padre, algún disgustillo le da de vez en cuando… el otro día me encuentro con Aitor.

– Alfoooooooooonsas, ¿qué tal tío?

– Aitoooooor, ¿qué pasa?… ¿Una birras?

– Venga…

Ya en el Nuberu, después de un par de cervecitas, me pregunta:

– Alfonsas, ¿dónde está el límite de la felicitación?

– A mí esas disquisiciones filosóficas no me molan nada, el límite de la felicidad dice… léete un libro de Coelho o algo, pero a mí no me preguntes.

– El límite de la felicitación, Alfonsas, la fe-li-ci-ta-ción. Te cuento, yo cuando era un crío y era el cumpleaños de un amigo, si le veíamos le tirábamos de las orejas, le cantábamos el Cumpleañosfeliz y esas cosas, pero ahora…

– Ahora, ¿qué?

– Ahora con el Whatsapp, todas las redes sociales, la telefonía móvil… la cosa de complica.

– No te sigo.

– Te pongo un ejemplo: el otro día era el cumpleaños de la Vanessa, una prima de la Yaiza, veo en el grupo que tenemos del último viaje que organizamos para ver al Arrebato la empieza a felicitar la peña, yo voy y la felicito, pero me quedé así como que no era bastante… así que la felicité en otros siete grupos en los que estamos los dos, por si no se enteraba, la felicité a través de su novio en tres grupos de Whatsapp en los que estamos metidos él y yo, pero pensé que era muy impersonal y la felicité con un privado, también mandé un privado al novio… A mediodía no había contestado, la llamé y dejé un mensaje en el contestador.

– ¿Del móvil?

– Sí, y en el de casa. También colgué en Facebook el vídeo de Happy Feet bailando el Cumpleaños Feliz de Parchís con una base de Safri Duo, con una frase de cumple muy molona.

– ¿Público y en su perfil personal? Suficiente.

– Y también en la fanpage de Facebook que tiene… es que hace fofuchas. Por la tarde, como no sabía si lo había leído, me acerqué a su casa, el portal me lo abrió una vecina, pero arriba no me abrió nadie, se oían susurros, pero no me abrieron… raro, raro. Así que bajando en el ascensor, saqué un Edding 800 rojo que siempre llevo en el bolsillo y le dejé un mensaje en el espejo «Felicidades, Vanessa!! Que pases un gran día”.

– En el espejo del ascensor…

– Y en el del portal, que con ese culito prieto que gasta, seguro que se hincha de subir escaleras y no usa el ascensor. Al salir del portal vi que el coche lo tenía aparcado en la puerta de casa, así que saque las llaves y la marque en el capó “Felicidades, Banesa!! Que pases un gran día”.

– Felicidades, Banesa!! ¿Y esa puta B, de donde sale?

– Ya tío, menos mal que me di cuenta a tiempo y pude poner debajo “*Vanessa. Puto corrector 😛 “

– ¿Te quedarías a gustito?

– Pues sí… la demanda por acoso y la orden de alejamiento ya no me las quita nadie, pero Vanessa tiene claro que no se me ha olvidado su cumpleaños.

Buen fin de semana, amigos. Que la fuerza os acompañe.

Photo Credit: Yo mismo.
Foto Instagram, marzo de 2013 en El Niño Perdido.

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