No pienses que estoy muy triste
si no me ves sonreír
es simplemente despiste
maneras de vivir.
Maneras de vivir – Leño.
Hola, amigos, ¡qué jodida es la crisis!… es tan jodida que no nos podemos parar a pensar en las cosas importantes de la vida, por ejemplo, ¿los médicos endoscopistas se enamoran de sus pacientes por su belleza interior? ¿La relación con tu endoscopista puede ser superficial en algún caso? Así está la cosa.
Llevo más de un mes sin escribir un post nuevo, la pereza puede conmigo, me pasan cosas pero no me apetece escribir, me da mucha pereza… se puede decir que vivo por encima del umbral de la pereza… al lío.
Cosas que me dan pereza… las frases profundas… el paulocoelhismo… el otro día leí en varias redes sociales una reflexión que me llegó a las entrañas, iba firmada por Paulo, Ghandi, Churchill, Steve Jobs, Bob Marley, Pocoyó y hasta por Sergio Ramos… dependiendo del amigo profundo que la hubiese compartido: Tenemos dos orejas y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos, me parece bien, quizá sea algo que hay que aplicarse… pero entonces pensé… ¿Y para qué tenemos dos huevos y una polla? Y empecé a darle vueltas… pero me dio pereza.
Otra cosa que me da pereza son las discusiones sobre si hay que celebrar o no las fiestas de presunto origen extranjero… el Halloween, San Patrick, el Día de Acción de Gracias, la Diada, el Aberri Eguna, Papa Noël o el Olentzero… haced lo que os salga del mango, pero dejad en paz a la gente de bien (y a mí, también)… la última que me han dado es con el Black Friday… una tía en la barra de un bar diciendo que era el simbolo del materialismo y el consumismo yankee, la de al lado que era muy bueno para revitalizar el comercio y cualquier excusa era buena, el camarero que vale pero que si no había palabras en español, que era el lenguaje más bonito y además en Valladolid se habla mejor que en ningún sitio (cierto, se hablará muy bien, pero escribirlo… a veces te dan ganas de sacarte los ojos con el a ver, el haber y su putísima madre que pones en el Whatsapp, mamón). Yo no dije nada… tenemos dos orejas y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos… además estas discusiones me sudan los huevos y me tiran de la polla, dicho lo cual compro vocal y resuelvo…
Una cosa que me da pereza es lavar el coche y eso me trajo una situación embarazosa hace dos domingos… la Sra. Satanopoulas conducía el coche y entramos en reserva, decidimos entrar en la gasolinera (no por que nos guste la gasolina, si no porque nuestro coche sin combustible no anda), bajé yo y ella se quedó al volante… se me acerca un gasolinero:
– Lleno, por favor.
– Vamos a ello, maestro.
– Dale ahí figura… parece que hay poca hostia hoy.
– No creas, llevamos toda la mañana que esto es un no parar…
– Pues con esta niebla…
– Como digo yo… mañana de niebla, tarde de paseo…
Vamos, lo que es una conversación tipo entre dos seres humanos que ni se conocen ni saben que tienen dos orejas y una boca para escuchar el doble de lo que hablan.
En esto aparece una tía con un spray y me dice que si quiero probar su producto, digo que no; me dice que es un limpiador de la hostia y el copón y que me hace una prueba gratuita, digo que no, que el coche tiene más polvo que el coche escoba del Rally Dakar; insiste, no le digo quita hostias porque me da pereza… y ahí llega mi error porque respondo…
– Tengo prisa, me voy a casa a comer.
– Pues me podías llevar contigo que tengo mucho hambre – me suelta en tono sugerente… ¡no podía ser! En mi puta vida una tía me ha dicho algo ni remotamente parecido.
– Mi casa es pequeña… – y me interrumpe…
– No pasa nada yo me como cualquier cosa y me apaño en cualquier sitio – noooooooooooooo, joder, esto sólo pasa en las peliculas porno.
– Mi casa es pequeña, tengo tres hijos y… – me vuelve a interrumpir…
– Ooooooh, tres niños… con lo que me gustan a mí los niños… venga llévame que hace un frío… necesito entrar en calor – ¡mecagüenmiputavida! El gasolinero había desaparecido el muy cabrón.
– Mi casa es pequeña, tengo tres hijos y una mujer, que por cierto es la está al volante… nos gusta que el coche vaya así de sucio, por eso ni ella ni yo lo limpiamos ni usamos productos rarunos.
– Vale, pero voy a estar aquí toda la semana… ¿vendrás a que te haga una demostración de las posibles aplicaciones de mi producto? – contesta sujetando el spray por abajo con una mano y pasando la otra mano lentamente arriba y abajo por toda la superficie del bote.
A ver, esto no me debería estar pasando a mí, la tía no entendía las indirectas y, aunque me daba pereza, tenía que decir algo definitivo… rotundo pero con sensibilidad, elegante pero que demostrase el rechazo a la propuesta y sin ofender innecesariamente… tiré de mis referentes románticos modernos… Melendi, Estopa, Pitbull, Enrique Iglesias, los Camela, Barrio, el Arrebato, Yankee Daddy… no, no puede ser, esta gente te puede decir cosas como sueño contigo que si te vas yo también me voy, si me das yo también te doy, de la noche a la mañana y si es serrucho con más ganas… no, lo que yo necesitaba era… era… era algo más como deha ya morena esa vaina de mi carro, no quiero al tu corasón plovocal ningún desgarro, aunque en pasalme toa la mopa tú te empeñas, debes de sabel que mis pollasos tienen dueña… ahí estaba la respuesta y entonces ella insitió.
– ¿Entonces volverás?
– Dejaaaaaaa… yaaaaaaa… no, mi coche es diesel, consume menos que un mechero y mi señora hace una conducción eficiente… nos puede durar un depósito tres meses…
– Peeeeeero…
– O cuatro… arráncalo, Sra. Satanopoulas, por Dioooooooos, arráncalo.
Hicimos chas y desaparecimos de su lado.
Buen fin de semana, amigos. Que la Fuerza os acompañe siempre y en todo lugar.
Photo credit: Kalexanderson