Sus ojos son un ventanal de par en par, su culo no… 
su culo es miel. 
Sus ojos son lo que me manda enderezar, 
su culo no… su culo es miel. 
Su culo es miel. Extremoduro.

Hola, amigos, ¡qué jodida es la crisis!… nos podemos parar a pensar en las cosas verdaderamente importartes de la vida… yo antes me preguntaba cosas como: ¿qué fue antes la paja o el coito?

Parece que la solución al dilema es sencilla, el tema reproductivo y de supervicencia de la especie lo explicaría todo, pero estamos hablando de que en el origen de todo esto cuando te aburrías un poco cogías un cacho de barro, una costilla… y te hacias unos amigos… y por una puta manzana rompías una amistad que parecía para toda la vida… no busquéis respuestas sencillas… al lío.

La amistad, ¿está sobrevalorada o infravalorada? Periodicamente aparece en las redes sociales gente que afirma algo como Los amigos son la familia que se elige… ¿será eso verdad?

En estos días de exaltación de la amistad por antonomasia me he encontrado con el caso de Ezequias Querol Sote, uno de esos antiguos compañeros de colegio que te tocó mucho los cojones durante la adolescencia y juventud, al cual odiabas con todas tus fuerzas y del que no hubieses querido volver a saber nada en la puta vida… pero un día te pide de amistad en el Facebook y, con la esperanza de que tenga una vida de mierda, le aceptas. Coño, lo pasado pasado está… ¿o no?

Todo parece irle de puta madre y no se priva de contarlo… el trabajo, cojonudo; su vida marital, maravillosa; sus hijos, perfectos los tres; en los deportes, un crack; el coche, acojonantes los tres; viajes, lejísimos… su puta madre… también vive de puta madre… mecagüensupadre… su padre lo mismo que la madre… ¿no es para quererle? No, joder, no… y encima ayer se pone una foto con los amigotes, en la cena de Navidad, con las corbatas en la cabeza, los ojos vueltos, sendos vasos de tubo en sus manos… seguro que están en un puticlub… añade la frasecita de marras Los amigos son la familia que se elige No-es-pa-ra-que-rer-le, ¡no!

¿Creerá el cabrón que su familia no le cambiaría a él por cualquier cosa? Tú has elegido a tus amigos, pero ¿ellos te han elegido a ti, ser vanidoso despreciable? Dioooooooos… ¿Y qué le pasa a tu familia, pedazo de cabrón? Bastante mérito tienen con haberte visto crecer como el mamón que eres. Suerte que tienes porque tu familia no te habría elegido en la puta vida. ¿Son los mejores amigos que podrías tener? Seguro, carapolla, si es que no te mereces más… tus amigos son unos cabrones como tú, unos hijos de puta… que tienes lo que te mereces, quizá, que no puedes aspirar a más, seguro… ¿pero los mejores?… vete a tomar por culo.

Ezequias no tiene ni puta idea de amigos ni de familia, yo sí… por ejemplo con mi médico. Mi médico, en este caso médica, es mi amiga… casi familia… y así lo he (hemos) elegido. Tenemos una relación próxima y de confianza, como debe de ser… tenemos nuestras bromas, nuestras gracias que sólo nosotros entendemos… eso que llaman filin.. buen rollillo… complicidad. Os cuento mi última consulta.

– Hombreeeeee, el mítico Sr. Satanopoulas otra vez por aquí… ¿Qué le pica ahora, Alfonsas?

– ¿Cómo lo sabe?

– ¿El qué?

– Que me pica algo… bueno me pica y me duele, depende del momento.

– Es una expresión, dígame, a qué debo esta agradable quinta visita del mes.

– ¿Es por el esposo de Eleanor?

– ¿Un amigo suyo?

– Inseparable. El Sr. Roosevelt… Franklin…

– ¿Ya está con la bromita del ano?… Ahora le pregunto yo ¿Franklin? Usted me dice lo de: Sí, tengo un problema con Roosevelt… Franklin Delano… del ano… Siempre sorprendiéndome, Alfonsas es usted un cachondo de los que quedan pocos… tiene que triunfar en las reuniones familiares.

– No siempre me entienden tan bién como usted… la familia no se elige… ya sabe…

– Desde luego que no, ellos no tuvieron oportunidad de elegir, eso seguro. ¿Y qué le ocurre al señor Roosevelt? ¿No me irá a decir lo de que le acosan ciertas jovencitas nacidas en el pequeño principado de los Pirineos?

– Lo suyo es un don… ¿Cómo sabe que el pequeño Franklin sufre en silencio?

– Es usted previsible… muy previsible, Alfonsas.

– Pues sí, el joven Franklin está sufriendo el acoso de varias mujeres naturales Principado de Andorra.

– No se dice andorranas, son almorranas, pero es más correcto hemorroides.

– ¡¡Armaggedon!! Un hemorroide gigante amenaza con destruir la Tierra, ja, ja, ja… tendrá que venir Bruce Willis y…

– Era asteroi… Llevo más de diez años tratándole…

– Catorce años, seis meses y diecisiete días…

– Eso… mejor me lo pone… le voy a dar el diagnóstico que le tendría que haber dado el primer día.

– …

– Es usted gilipollas.

– Uuuuuuf… ¿eso es grave?

– Para mí sí… antes de nada le recomiendo cambiar de médico, quizá quiera una segunda opinión.

– Ni de coña, es usted mi médico, mi doctora, mi amiga, la hermana que nunca tuve… si ese es su diagnótico se acepta y listo ¿la puedo dar un beso?

– ¿Voy a tener que llamar a seguridad otra vez?

– Hoy no… ¿un abrazo?

– Váyase…

– Vale vale… pero antes debería usted ver a Franklyn, es digno de ver… es como ver El Grito de Munch con la boca de Carmen de Mairena… no sé si tendrá interés médico, pero artístico seguro…

– Ya he llamado, largo de aquí…

– Ya voy, ya voy… un momento, me ha dicho mi dolencia, pero no el tratamiento…

– Váyase a tomar por culo, Alfonsas.

– ¿Será bueno para el maltrecho Sr. Roosevelt?

– Lo mejor… en comida, merienda y cena.

– ¡Venga un selfie pa’l Instagram, doctora!

– Salga por la ventana, Alfonsas, ya llegan los de seguridad.

– Pero… estamos en un tercero.

– Todos los tontos tienen suerte… salte sin miedo…

– Es usted la mejooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo… chof.

– Y sí, esa es la verdadera historia del accidente que tuve algunos días…

Buen fin de semana, amigos. Que la Fuerza os acompañe.

Photo credit: leg0fenris