Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… qué mal anda la cosa y si no tuviesemos bastante con lo que tenemos surgen por ahí gentes sin escrúpulos que no pretenden otra cosa que enriquecerse a costa del pueblo llano, que utilizan el engaño para llenar los bolsillos.

A mi amigo Francesc, un chaval de mi barrio, le llama todas las noches su madre a la 1:55 desde hace siete meses, «Alfonsas joder, que el corazón se me sale por la boca, a esas horas, ¡¡Dioooos, ¿qué pasará?, ¿estará enferma?, ¿un accidente?, ¿alguna muerte?!!«

– Dig…

– Francesc, ¿qué quieres hijo?

– ¿Cómo que qué quiero, mam…

– Sí, que me has llamado, tengo una llamada perdida.

– No, mamá, no te he llam…

– Que sí… que aquí lo pone, que me has llamado.

– ¡¡Jooooooder que no te he lla…

– Y si lo dice el teléfono es que has llamado, que estás mu’ tonto… todos los días igual… y bla, bla, bla…- y así durante media hora.

El otro día tomando una cerveza, me lo cuenta, qué pena, cómo anda el chaval, ¡unas ojeras!, todo demacrado… Estuve investigando, en «la interné«, metiéndome en foros y esas cosas, he descubierto que se trata del «timo del bolso y la llamada perdida» elaborado por las compañías de telefonía, que más o menos es así:

Las mismas las jovencitas de acento sudamericano que antes controlaban cuando nos estabamos echando la siesta y nos la jodían «ofresiendonos selulares» ahora controlan cuando nuestras madres meten el móvil en el bolso, y las hacen una perdida desde su centralita pero con el número de nuestra línea… las madres no pueden resistirse, nos llaman y estos hijosputa cobran esos minutos de bronca.
Hijoooooooooosdeputanoquerialosselularesdejadenpazamimaaaaaadreeeeeeee (briconsejo: leed esto entre dientes, ¿a que acojona?)

[Inciso. Dentro de un bolso de una madre puede explotar una bombona de butano que no oiría el ruido, es el mejor aislamiento acústico del puto mundo… perdona hijo, no te había oído, es que como llevaba el móvil en el bolso. No hay aislante mejor, yo si un día monto una macrodiscoteca en los bajos de casa pongo un recubrimento de bolsos de madre y ni quejas de vecinos ni pollas].

Yo estoy seguro que a la madre le aparecen las llamadas, porque una madre controla su teléfono, ella controla la tecnología, y si una madre no sabe, pues se lee las instrucciones… o acaso conocéis a una madre que no tenga puta idea de usar el teléfono, alguna madre que no se lea las instrucciones.. para nada puede ser la misma puta llamada perdida de hace siete meses que sigue guardada en su lista de llamadas perdidas… para nada, para nada, pero para nada… al lío.

El domingo me llamó el Villegas, qué cabrón, «Barbitas, vente a tomarte unos solysombras que esto hay que celebrarlo«, y yo, «¿cuándo?«, y Villegas «ahora«, y yo, «¿dónde?» y vosotros, a coro, «aaaaaaal Nubeeeeeru«… con dos cojones, ¡qué bien enseñados estáis!

– ¡¡Ese Villegas!!

– ¡Venga que corra el «solysombra«, Juanjo!

– Bueno Villegas, así que hay que celebrarlo.

– Por supuesto.

– ¿Y qué celebramos?, así por hacerme una idea…

– Ya está arreglado lo del trabajo, he firmado el finiquito y soy un hombre libre… además tengo planes para el futuro que te quiero contar, barbitas.

– Joder, cuanto me alegro Villegas.

– Nada tío, en el fondo son buena gente… un poco torpes pero buena gente.

– Me muero por saber la historia, ¿has arreglado lo de las vacaciones no disfrutadas?

– Bueno… ahí he hecho la vista gorda, resulta que me puse a comprobar todas mis nóminas y he visto que igual que me han tangado lo de las vaciones, yo les he sacado un pastizal con lo de la dieta.

– ¿La dieta?

– A ver, a mi todos los putos meses durante 42 años, y digo todos los meses, 504 meses, los tontos de los cojones me metian un pellizco en concepto de dieta.

– Ya, ¿y?

– No te enteras de nada, barbitas, me estaban pagando una pasta mensual y yo no he hecho dieta en mi puta vida y no he adelgazado ni un gramo en 42 años en la empresa… ¡pero mira que barriga tengo!… tontos de los huevos, al Villegas no se le roba… no señor.

– Que corra el solysombra, Juanjo… lo voy a necesitar…

… continuará…

Buen fin de semana amigos, que la fuerza os acompañe.

Photo Credit: John Lawrence