Archivo de la etiqueta: Mi madre

Que le den mucho por nulo.

Por más que me pregunto
No encuentro la razón
Ay qué dolor, para dejarme así
Ay qué dolor, sin una explicación
Ay qué dolor, ay que dolooooooor…
Ay qué dolor. Los Chunguitos.

Hola, amigos, ¡qué jodida es la crisis!… y qué jodido es decidir quien va a ser el responsable único de nuestros males en los próximos cuatro años… no sé si estaremos eligiendo por encima de nuestras posibilidades, lo que sí sé es que unos cuantos están (estáis) dándome consejos por encima de mis y sus (vuestras) posibilidades. Seguir leyendo Que le den mucho por nulo.

El señor conductor no se ríe… qué le pasa al señor conductor.

No sé si debo, ir tengo que trabajar,
debo salir de esta tumba mortal,
no me puedo mover, no sé qué hacer, no puedo salir,
de esta trampa mortal que es viviiiiiir… sin dormir

Química. Chimo Bayo.

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… y qué jodido y abandonado tengo el blog. El fin de semana pasado me preguntaron tres personas diferentes el por qué y no supe dar una explicación. Seguir leyendo El señor conductor no se ríe… qué le pasa al señor conductor.

Se nos va de los runners.

Un esforzado deportista narcoolímpico
de lata en mano y chándal raído
pide unos duritos pa un chute isotónico
que mate el gusanillo.
En la soleada tarde de domingo
en un parque de Moratalaz.
La Cabra Mecánica.

Hola, amigos, ¡qué jodida es la crisis!… y qué jodido está todo o casi todo o nada o casi nada… yo que sé… la peña te saluda y te pregunta ¿qué tal todo?, ¿qué putas preguntas son esas? y yo qué sé cómo va todo, si no sé ni qué tal yo, ¿qué tal todo?, ¿por dónde empiezo?, ¿a nivel personal, sexual, familiar, mi barrio, mi equipo de fútbol, mi judoka favorito, el bar de abajo, el ayuntamiento de mi pueblo, el patxarán de este año, la comunidad autónoma, el mundo, la Asociación de Amigos del Tapón de Corcho Reutilizado, la Tuna de Derecho, los hamsters del vecino, el coche de Fernando Alonso, la bicicleta de Oscar Puente? ¿cómo voy a saber yo cómo va todo? Es imposible contestar honestamente y eso a mí me genera una ansiedad de la hostia…

Seguir leyendo Se nos va de los runners.

En ocasiones veo Gandhis.

Tal día como hoy puede que Gandhi pronunciase por primera vez esta frase que se ha convertido en un mensaje eterno de nuestras madres… también puede que no lo dijese.

grande-gandhi

Hagas lo que hagas ponte bragas.

Y sucede que se me ha alegrado el día ¡coño!
al ver al sol secándose, en tu ventana: tus bragas.

Extremoduro

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… y la falta de criterio también, yo me he afeitado y me veo gordo, pero mi madre me ve siempre muy flaco, sin embargo piensa que la ropa me queda pequeña y todas las camisetas me tiran de la sisa… y el otro día la típica lista que se cree moderna porque lee cuatro chorradas en redes sociales me dijo que yo era un fofisano ¿sabéis lo que la dije yo?

Seguir leyendo Hagas lo que hagas ponte bragas.

No es banco de semen para viejos…

Escrito originalmente en octubre de 2013 y publicado en mi facebook, he adaptado la historia al día de hoy que para eso cumplo años y no ha perdido vigencia… creo.

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… bueno, hay crisis y crisis, por ejemplo yo hoy cumplo cuarentaypico años y la de los cuarenta ni la he olido… la Sra. Satanopoulas no me ha dejado dejarla, ni me ha dejado comprarme el descapotable, ni me ha dejado empezar a quedarme calvo, ni teñirme el pelo, ¡joder! ni siquiera me ha dejado echarme una novia 20 años más joven que ella… Seguir leyendo No es banco de semen para viejos…

La autoridades advertidoras advierten que advertir sin moderación puede causar daños inadvertidos.

Te voy a escribir la canción más bonita del mundo,
voy a capturar nuestra historia en tan solo un segundo.
La Oreja de Van Gogh

Hola, amigos, ¡vaya ful de blog!… me gustó el comentario, no sé si dejarlo así definitivamente… es como un aviso a navegantes, las autoridades blogueras advierten que vaya ful de blog, y ya la gente decide si seguir leyendo o no… Seguir leyendo La autoridades advertidoras advierten que advertir sin moderación puede causar daños inadvertidos.

Nos queremos todo el año.

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… es tan jodida que no nos podemos parar a pensar en las cosas importantes de la vida… ¿qué vais a hacer por San Valentín? Yo nada, la Sra. Satanopoulas y yo nos queremos todo el año, es un invento de El Corte Inglés y todas esas cosas que decimos los que no lo celebramos.

A mí porque la Sra. Satanopoulas no me deja, pero me parece un desperdicio no honrar una fiesta donde hay regalos, comida, bebida y posibilidad de arrimar cebolleta (remota, pero posibilidad al fin y al cabo)… al lío.

Ayer llegó mi madre en el tren, voy a recogerla, según vamos al parking suelta:

– Mañana publicas un post de esos ¿no?

– Sí, como todos los viernes…

– Hablarás de San Valentín, del amor, de esas cosas ¿no?

– Seguramente…

– Pues ya puedes controlarte, que sólo escribes guarradas, te metes con la gente, hablas de masturbaciones y sexo a lo marrano, palabrotas… en tu blog no cabe el amor…

– Eso no es verdad, yo he escrito mucho sobre el amor, mamá, lo que pasa es que mucha gente cree que el único amor es el de las películas americanas, el de las canciones de Camela,  el de los libros de 50 Sombras de Grey o de la saga Crepúsculo… las niñas se creen que es normal liarse con el primer vampiro que llega a su instituto… y en la vida real, por desgracia, muchas tías se casan con putos monstruos y muchos tíos lo hacen con auténticas brujas… el amor tiene muchas vertientes y yo escribo sobre ellas.

Yo he escrito historias de amores a primera vista, mamá, de conocer a una chica y seguirla al fin del mundo (como en “Ibas tú de peregrina…”), he escrito sobre amores perdidos y reencontrados (como en “El Triangulo de las Bermudas…”), yo he contado historias de rupturas de pareja y felices reconciliaciones (así fue en “La crisis de los cuarenta, el Badoo y el cigarrito de después”), sobre la vida cotidiana de la pareja y dificultades de comunicación hombre-mujer (en aquel “Deja al burro mear…”) e, incluso, sobre el amor y los sacrificios que hay que hacer para mantener viva su llama (en “Arrebato de Hamor” o en “El pequeño Mistetas…”), por cierto, mamá, esto igual sobra decirlo, pero si pinchas en las frases en marroncillo, accedes a esos post…

– Esta vez tienes que escribir algo bonito, hijo, por mí, yo que te he introducido en los círculos de paulocoelhismo, esos cursos de prosa poética que te he pagado…

– No, si he estado trabajando en ello, mira:

“Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe”

– ¡Eso no es tuyo, desgraciado!, aunque al principio pensé que era de Bumbury llegando a casa mamado, ya me he dado cuenta que es de Lope de Vega – collejón según salimos del parking– En serio¿qué vas a hacer? ¿has escrito algo de prosa poética para la ocasión?

– Un poco… venga, a ver qué te parece:

Luis Mariano, campeón, lo tienes todo pensado, perfeccionaste ese plan que otros años ha fallado, llevas a la parienta un buen ramo de rosas, unos Ferrero Rocher envueltos para regalo y el conjunto de tanga y sostén que has comprado en “los gitanos”.

Te has puesto bien elegante, a conciencia te has duchado, no te quedaba colonia y eso nos ha descuadrado, ¡no pasa nada, campeón!, compra Varón Dandy para el San Valentín siguiente, pero hoy haz un esfuerzo, que un día es un día, y te lavas bien los dientes.

A cenar a un sitio que mole, ni muy cutre ni muy caro, después un par de gintonics de esos bien preparados, la ginebra justa, medida, mucho hielo y burbuja bien tratada, botánicos, frutas del bosque y hasta sangre encebollada… de esos que llenan tanto que no desayunas mañana.

Te la llevas a un hotel y lo vuelves a intentar, esta vez muy seguro, no se te puede escapar… «que no hombre, que no, eres un salido y un cerdo», no te deja de gritar, «joder, menuda insistencia», hasta se lo ha consultado a su prima pastillera de Valencia, que le ha dicho que se niegue, como hace todos los años, que aunque tú digas que no, «por el culo… sí hace daño».

Brutal collejón de mi madre, otra vez mi frente contra el volante, otro vez salta el airbag… ¿Y yo? yo bien, con el collarín, pero bien. ¿El coche? El coche regular, tiene que ir el perito y valorar si lo dan siniestro… ¿y mi madre? hablando por teléfono con la madre de Luis Mariano.

Photo Credit: esta vez la foto es mía.

Pavo, vecinas y felaciones.

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… es tan jodida que no nos podemos parar a pensar en las cosas importantes de la vida… por ejemplo, ¿de verdad que comer pavo favorece que las personas de genero femenino que habitan en tu mismo pueblo, barrio o casa, en habitación independiente, sean proclives a mantener sexo oral contigo?

Igual os parece una pregunta hecha a la ligera, sin fundamento, debido a la persistencia de los efectos de la combinación de diferentes bebidas espirituosas durante la celebración de la Nochevieja y el subsiguiente Año Nuevo… pero no, es una duda que me corroe desde mi más tierna adolescencia… al lío.

Cuando yo contaba con unos insultantes 15 años, con todo el poderío y las hormonas en todo lo alto tuve la desgracia de escuchar ese maravilloso villancico cuyo estribillo dice así:

“Ande, ande, ande,
que he comido pavo,
todas las vecinas
me chupan el nabo”

A mí aquel dechado de lírica y buen gusto me dejó prendado, yo deseaba de todo corazón cumplir con las tradiciones de la Navidad (que me chupasen el nabo era algo accesorio, de verdad) y aunque en mi casa nunca ha sido tradición comer pavo en Navidad convencí a mi madre para que hiciese pavo en Nochebuena… y en Navidad, y en Nochevieja, Año Nuevo, Reyes… un año prolongué las Navidades hasta San Valentín… nada, por mucho empeño que ponía ni una triste insinuación de ninguna vecina… no hablemos ya de una felación en condiciones… algo fallaba… un día de Nochebuena se lo conté a mi amigo Manolas Bombosiakis, un fenómeno del que ya os hablé).

– No funciona…

– Será a ti.

– Pero Manolas, llevo 3 años comiendo pavo en todas las fechas importantes de la Navidad… y nada.

– Será que tu madre no sabe hacer el pavo, que no lo deseas de corazón, que no crees en la magia de la Navidad, que no has sido bueno durante el año… porque en mi casa cenamos pavo en Nochebuena y en Nochevieja, y esa misma noche, desde que cumplí 14, una buena mamadita de las vecinas cae… a mí y a mi padre, claro… incluso mi difunto abuelo cumplía con la tradición… igual tenías que venir a cenar a mi casa, mi madre lo hace de puta madre.

– Manolas, yo quiero que me la chupe una vecina, no tu madre… (no dije nada, pero una felación de la Sra. Bombasiakis con el bigotazo que tenía, debía ser como que te la chupase Del Bosque… ¡o la Pantoja!)

– ¿Pero qué coño dices, desgraciao? Digo que mi madre hace el pavo de puta madre… y seguro que la tuya no.

A mí aquello me produjo una profunda desazón, ¿y si era verdad que esa bella tradición navideña no se cumplía por la mala maña de mi madre con el pavo?, llegué a casa ciertamente alicaído y algo raro vio mi madre…

– ¿Qué te pasa hijo? Anda ayúdame que estoy rellenando el pavo.

– Nada, mamá… no me pasa nada, y este año no quiero pavo.

– Cómo no vas a querer pavo, si lo hacemos por ti… a nosotros no nos gusta el pavo y llevamos tres años que nos van a salir plumas, que te pones muy pesado hijo…

– ¡No me gusta el pavo, mamá! Odio el pavo, yo lo hacía por cumplir con la tradición del Villancico… – dije, entre lágimas.

– Comer pavo es una tradición para algunos, para otros es el lechazo, la lombarda o los langostinos…

– ¡Qué no que en Navidad si comes pavo, las vecinas te chupan el nabo!

– Alfonsas hijo, ese villancico además de ser una grosería, no deja de ser un villancico – me dijo, no sin antes soltarme un collejón- acaso te crees que todos los años hacia Belén va una burra cargada de chocolate, que Raphael lleva un roto tambor, que la gente mira como beben los peces en el río o que tu burrito sabanero va camino de belén…

– Pues sí.

– Pues no.

– Pues Manolas Bombosiakis cena pavo y las vecinas le chupan el nabo, y a su padre… y antes a su difunto abuelo.

– Ya hijo, pero es que Manolas Bombosiakis vive encima de un puticlub, su padre es un putero de tres pares de cojones y su madre el pavo relleno lo borda.

Buen fin de semana amigos, que la fuerza os acompañe.

Photo Credit: Jim Bauer

Perdiendo el norte por no perder el contacto.

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… es tan jodida que no nos podemos parar a pensar en las cosas importantes de la vida… por ejemplo, ¿por qué no cogéis esos petardos gordos que tanto os gustan, los introducís cuidadosamente por vuestros rectos con la mecha hacia afuera de manera que acerquéis un mechero y según se os chamusque el vello perianal prenda la mecha y ya veréis que risas?

Seguir leyendo Perdiendo el norte por no perder el contacto.