Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… la gente anda despistada, la gente ha perdido el norte, madredelamorhermoso, el miércoles llama un tío a casa:
– ¡¡Alfoooonsas qué pasa hombre!!… lo primero, ¡¡Feliz Año!!
– … – yo callado, ¡joder, era 22 de enero!
– Es que yo sigo felicitando el año hasta el 31 de enero – ¡¡a tomar por culo, si se descuida sigue hasta verano!!
– Eeeeeeh… y ¿qué tal los Reyes? – ya puestos…
[Un inciso, ¿qué le hace a un gnomo decirte que es siete veces más fuerte que tú y veloz, para luego decirte que siempre está de buen humor?, ¿que te va a correr a hostias y tan contento?, ¿que es tiene algún tipo de trastorno?, ¡¡¿qué?!!… da igual]
El que me llamaba era Villegas, una antiguo vecino con el que mantengo una buena amistad y que de vez en cuando me da un toque y me invita a unos «solysombras»… el intenta que yo pague alguno, pero yo me pongo burro y no le dejo, ¡faltaría más!
Ataulfo Villegas Benjumea, 63 años, un auténtico fenómeno de lo suyo, y os preguntaréis ¿qué es lo suyo? y yo os contestaré, «y yo qué sé»… mi padre decía que no hay que mezclar la amistad con los negocios, así que yo no pregunto… al lío.
El caso es que nos fuimos al Nuberu y después de unos cuantos «solysombras» el tío se empezó a calentar, a jurar contra el gobierno, contra la reforma laboral, contra los sindicatos, contra su mujer, contra su suegra, contra su empresa, contra su abogado, contraaaaaaa…
– ¡¡¡MECAGÜENROOOOOOOOOOOOOS!!!
– … y en la Virgen de Motocross, ¿qué te pasa Villegas?
– Estos cabrones, que me quieren dar boleto, amigo, después de 42 años en la empresa…
– Joder, qué cabrones…
– A ver, si yo lo entiendo, 63 tacos, cobrando una pasta, me estoy todo el día descojonando de ellos, hago y deshago a mi antojo… vienen chavales más jóvenes, con más ganas, cobrando cuatro duros… la empresa me ha propuesto un acuerdo, me indemnizan de puta madre, me arreglan los papeles para llevarme la jubilación máxima, me quieren hacer hasta una cena homenaje… y yo estaba encantado de irme.
– Coño, ¿y cual es el problema?
– Que no me quieren pagar lo que me corresponde.
– A ver, me estoy perdiendo… dices que te pagan una indemnización de puta madre que…
– Sí, me indemnizan y bla, bla, bla, pero a la hora de firmar el finiquito me querían escamotear lo que es mío.
Y es que el tío igual tiene razón, cuando le presentaron el finiquito y lo leyó, no firmó y les preparó un buen cipote.
– Ni de coña, «salaos», esto está mal…
– A ver Villegas, está todo lo que hablamos…
– Vais a timar a vuestra putisisisisima madre.
– Villegas, no te pases.
– No, no os paséis vosotros, panda de cabrones… una cosa es echarme después de tantos años y otra vacilarme.
– Villegas ¿qué tripa se te ha roto ahora?
– Mirad, aquí pone «Vacaciones no disfrutadas y pagadas» y a mí nadie me había contado que esto se pagaba.
– Claro hombre, son las vacaciones que no has disfrutado, te las tenemos que pagar, tienes ese derecho.
– Ya, pero pone siete días.
– Claro, cinco días que te quedaban del año pasado, y aproximadamente dos días de este mes de enero. De hecho los cinco días del año pasado te los pagamos porque queremos.
– Si me pagáis las vacaciones no disfrutadas me debéis otros 1297 días.
– ¿De qué vas Villegas?
– Mira chaval, yo llevo 42 años en la empresa, 31 días por año más dos días de este año y no he disfrutado un puto día de vacaciones.
– Pero ¿qué dices Villegas?, si tú te has cogido tus 31 días de vacaciones todos los años.
– Sí, pero todos los años he ido con mi mujer, con los «niños» y con la hijaputa de mi suegra… así que si hablamos de vacaciones disfrutadas no he disfrutado un puto día de 1297.
Buen fin de semana amigos, que la fuerza os acompañe.
