Amor, odio, colesterol y toxoplasmosis.

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… pero aquí siempre hay algo que celebrar y me parece de puta madre, la semana pasada San Valentín, que yo no lo celebro porque ni a mí ni a la Sra. Satanopoulas nos gusta.

No falta quien dice que es una fiesta cursi inventada por El Corte Inglés, añadiendo “yo amo todo el año, no necesito demostrarlo un día” para esos cojones lo que le dijo a Villegas su mujer una vez que la quería llevar a una cena del Día de los Enamorados:

 “Cariño, yo no te quiero en todo el año así que no voy a hacer como que te quiero hoy”

El viernes nos fuimos de cena Brian, el enólogo, Clara, su pareja, la Sra. Satanopoulas y yo. Fuimos al restaurante del chef Fernán Damián, cocinero de vanguardia en plena Tierra de Campos, un crack… al lío.

Empieza la cena y nos atiende Fernán personalmente:

– Como aperitivo os he traído unos “Titos de aceituna negra de Biafra sobre una tierra de pelo de mofeta coja de Winsconsin”, me he permitido elegiros un blanquito 100% verdejo de las bodegas…

– ¡¡Diooooooooos, mofeta de Winsconsin con verdejo!!, vamos no me jodas Fernán tráenos una botella de Sauvignon de Timisoara, sus matices a hierba frescas, piña y limón van maravillosamente con esos titos… mal roídos, por cierto.

La Sra. Satanopoulas y yo flipábamos, al rato aparece Fernán con otro plato.

– Seguimos con un “Crujiente de bigotes de gamba sobre carpaccio de oruga morada de Ottawa”, ahora sí traigo ese verdejo de…

– ¡¡Diooooooooos, oruga morada de Ottawa con verdejo!! no tienes ni puta idea, tráenos una botella de algún blanco alemán, unmüller-thurgau o gewürztraminer, quizás.

Hijo de puta, qué cena… Nos ponemos a comer, Brian prueba todo con cara avinagrada, aparece Fernán:

– ¿Qué os ha parecido?

– Se os ha ido de punto los bigotes de gamba, la oruga morada demasiado fría… una pena. El vino nos lo hemos bebido por no tirarlo, estaba medio grado más frío de lo conveniente.

– En fin… os traigo un “Codillo Sánchez Vicario con guarnición de nueces sin cascar asadas en su propio jugo”, al cerdo enano de Guinea criado en nuestra propia granja, les hacemos jugar al tenis (ojo no al pádel, como los que vienen de los países del este) hasta que se lesiona y entonces le llega su San Martín. Posteriormente se macera en una infusión de Reflex e ibuprofeno (70/30) durante 52 horas y lo cocinamos a baja temperatura … bla, bla, bla… lo vamos a acompañar por un Tinto de Toro

– ¡¡Dios, que sacrilegio!! Este codillo marida fantasticamente con un Clarete de Benghazi y deja de tocar los huevos, esos aromas a flores y cerezas hacen que la maceración a la que está sometida la carne… bla, bla, bla… – y siguió hablando el puto Brian durante quince minutos, sin casi probar bocado.

– ¿Qué tal va la cosa?

– Mal Fernán, mal. Se os a ido la mano con el reflex y las nueces duras de cojones… el vino estaba un poco añejado… – dice el cabrón.

Hasta la polla estaba yo del tío, me voy al baño paso por la cocina a saludar, me encuentro con la hermana de Ferrán, el marido de esta y su padre, descojonados de risa y diciendo, “a ver don Nariz de Oro qué dice ahora”… yo salgo sin que me vean… imaginándome el pastel.

Aparece Fernán:

– Antes de serviros la “Pata de grillo rellena de criadillas de mantis virgen con chucrut de legaña de morsa” os voy a poner un “Sorbete de kumquat al Frangelico con humo de ortigas y slice de uña de simio enano” para desengrasar.

Brian se lo acerca a la nariz, hace un sonido gutural como de gustirrinín, lo eleva y lo observa al contraluz, bebe un poquito, suelta lentamente aire por la nariz, se acerca la copa a la boca y se aprieta la copa de un trago, repite la jugada con el mío y el de mi señora.

– ¿Qué tal?

– Sublime, maravilloso, primoroso… aunque te voy a decir una cosa, el punto del humo de la ortiga no aporta nada pero el slice de uña de simio enano hace que crezca el mensaje… ¿la uña es liofilizada o fresca?

– Liofilizada, bien sabes que no es temporada de corta de uña del simio enano… la que venden ahora como fresca es de Orangután del Caucaso…

– Ni punto de comparación, mejor liofilizada… Por cierto dile a tu padre, a tu hermana y al «cuñao» que vayan a mearle en el sorbete a sus respectivas putas madres, a tu padre le saludas de mi parte, dile que deje de tomar Dememory que es un engaño y que tiene descompensado el Sintrom, veo que tu hermana sigue usando Dermovagisil a esgarramantas, dile que tome ácido fólico, está embarazada de tres semanas, y al «cuñao» le dices que tiene el colesterol alto, que cuide el tema del azúcar y que tome calcio para los cuernos porque no es el padre de la criatura…  aaaaah y tu hermana que no congele el jamón que da positivo en toxoplasma gondii…

Buen fin de semana amigos, que la fuerza os acompañe.

Photo Credit: Wendy Copley

4 comentarios en “Amor, odio, colesterol y toxoplasmosis.

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