Post publicado originalmente el 31 de mayo de 2013, le he quitado alguna parte un poco extemporanea, pero por lo demás… visita al banco de semen, una recepcionista tocando las pelotas y yo tirando de repertorio de chiste antiguo… buena mezcla, sí ¿o qué?
Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… ya les cobran las copas hasta a los diputados ¡manda huevos! ni una copa a gusto y «by de face» se pueden tomar los pobres hombres (y mujeres) después de habernos jodido la vida a los demás… ¡que pashada!
Esta semana no me he encontrado con ningún colega, bueno sí pero no tenían ningún sucedido, así que sigo con mi experiencia en el banco… de semen (en el otro banco ya os contaré, que tiene tela)… al lío.
Una vez aclarado que no supero los 26 pero soy mayor de 41 años, me dice la señorita:
– No tiene la edad para donar semen para uso humano.
-¿?
– Puede usted donar para uso animal (unos estudios de compatibilidad del semen entre humanos y ovejas… parece ser que al podernos volver los humanos unos borregos con bastante facilidad algún lumbreras quiere demostrar que no provenimos del mono sino de la oveja… o algo «asín»).
– ¿Pero pagan?
– También se paga 50 € … pero el litro.
– … ¿No será mucho?
– ¿Semen o dinero?
– Tiempo, a mí me preocupa el tiempo… de las otras cosas ando sobrado, señorita.
No me arredré y ya que la tía era una graciosilla decidí tirar por el lado del humor. Así que adelante, tiré de mi repertorio de chistes viejos (arqueología del humor en su máxima expresión) y hubo un par de situaciones un tanto divertidas… o no, juzguen ustedes.
– Necesito una muestra en este botecito (tamaño actimel) para ver si su semen es adecuado en calidad, movilidad, número de espermatozoides vivitos y coleando… (¡¡¡coleando!!! dice coleando, hiiiijadeputa).
– Deme, deme…
– Tome también estas toallitas… aahh y tome, lleve papel.
– No se preocupe, que a mi edad yo ya eyaculo de memoria (primer guiño a la arqueología del humor).
– …
Al cabo del rato vuelvo con el bote vacío y sin abrir , entre risas de mi colega, y la suelto:
-Señorita, no hay manera, ni yo con la mano derecha, ni mi amigo con las dos, ni una compañera suya con la boca… hemos sido capaces de abrir el puto bote (segundo guiño de este Arsuaga del humor rancio).
Buena semana amigos, que la fuerza os acompañe.
Photo Credit: Geoffrey Gilmour-Taylor
3 comentarios en “Desmontando a Darwin: ¿provenimos de la oveja?”