Escrito originalmente en octubre de 2013 y publicado en mi facebook, he adaptado la historia al día de hoy que para eso cumplo años y no ha perdido vigencia… creo.
Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… bueno, hay crisis y crisis, por ejemplo yo hoy cumplo cuarentaypico años y la de los cuarenta ni la he olido… la Sra. Satanopoulas no me ha dejado dejarla, ni me ha dejado comprarme el descapotable, ni me ha dejado empezar a quedarme calvo, ni teñirme el pelo, ¡joder! ni siquiera me ha dejado echarme una novia 20 años más joven que ella…
A mí ya no me extraña nada, desde bebé me pasan cosas, nada más nacer llega una señora que no me conocía de nada y me intenta meter una teta en la boca, yo no sabía qué hacer… si así sin conocerme me quería meter eso en la boca ¡¡¿¿qué no haría con otros??!! Tal lío debí de montar que Sor María me devolvió a mis verdaderos padres y ya me tranquilicé, mi verdadera madre era otra cosa… donde va a parar.
Más adelante me quise hacer monaguillo, ¡qué cosas!, y llega un señor de negro y, sin conocerme de nada, me quería meter una cosa en la boca, yo no sabía qué hacer… si así sin conocerme me quería meter eso en la boca ¡¡¿¿qué no haría con otros??!!… en fin.
Luego mis padres empezaron a mandarme con mis abuelos a España los veranos, aquí conocí a mis queridos scouts pisuergueros, que se ve que les costaba lo de Satanopoulas y me quedé en Satán, es recordado un día de Padres de Campamento de Verano en que se me acerca mi amigo Paco junto a un cura de los de alzacuellos y me dice muy serio «Satán, acompaña al Padre»… yo me giré, impasible el ademán, y le dije «Sígame, Padre»… desde entonces tengo claro que estoy condenado… guiar a un sacerdote por la senda de Satán tiene que ser pecado ¿no?
Estoy dando vueltas a estas chorradas y al final os voy a tener que contar que la crisis de los 40, aunque con cuatro años de retraso, sí me ha afectado… al lío.
Ayer fui a mi visita periódica al banco de semen, 50 pavos son 50 pavos, y aunque tardo meses en conseguir el litro pues oye, eso que me llevo. Según entro noto que algo iba mal, la señorita que me suele atender me comenta, con mucha seriedad, que el administrador y el médico querían hablar conmigo en su despacho.
El despacho de un tío que vive de sacarnos el semen no se diferencia mucho del que vive de sacarnos la sangre… vamos que tiene un despacho como un jodido ministro, todo lujo. Allí estaban ambos, con careto serio:
– Sr. Satanopoulas me veo en la obligación de comunicarle que vamos a tener que romper nuestra relación – dice el administrador.
– ¡¡Dioooooooooos!!, no me haga esto, démonos un tiempo.
– Si no es usted, si soy yo… pero podemos seguir siendo amigos.
– Noooo ¿hay otro?, ¿quién es?, ¿lo conozco?…
– Déjese de payasadas, Alfonsas, el doctor de la Mano se lo explicará (el doctor de la Mano… soy yo el responsable médico de un banco de semen y me llamo Doctor de la Mano y me la corto… y la mano también).
– Hable doctor, me tiene usted en ascuas.
– Alfonsas, en los últimos tiempos hemos detectado que la calidad de su semen ha caído en picado, no sabemos si debido a su avanzada edad o a su convulsa vida privada, esas escapadas nocturnas… poco número de espermatozoides, ínfima movilidad de estos, vamos que trabajan menos que el dietista de Falete… un desastre.
– Doctor de la Mano, no consiento que dude de mi profesionalidad, yo doy todo por estos colores, bien dice usted que ya tengo una edad, pero hace años abandoné esa vida social que me llevó a ser llamado «el Guti del Peloponeso», el «Prosinecki de Mileto»…
– El caso es que no podemos seguir recogiendo su «producto», y mucho menos al precio actual.
– Diooooooooos, que no es que me de de comer, pero es un dinero que me viene muy bien…
En este punto se miran entre ellos, el médico asiente y el administrador me dice:
– Proponemos una cosa… deberíamos de rebajar el precio… digamos que a la mitad…
– Ya, pero si es un problema de calidad, ¿que van a hacer con él?, ¿mandarlo al tercer mundo?
– No señor, hemos sacado una nueva línea de producto, es producto de una calidad más baja, sería como un «semen genérico», un «semen de marca blanca», para uso doméstico… pronto podrá encontrarlo en los refrigerados de Mercadona…
– ¿Mercadona… Mercadooooo-ná?
– Sí Mercadona, siempre precios bajos.
– Ya…
Buen fin de semana, amigos, que la fuerza os acompañe.
PD. Evidentemente he dicho que sí, espero que el semen de Hacendaño no esté junto a los Actimeles… un despiste puede ser muy desagradable.
Photo credit: Thomas Magnier