Manolas Bombosiakis y el felpudo de su abuela.

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… pero hay que echarle cojones, yo intento no entrar en polémicas en la redes sociales, ni en la calle, ni, ni, ni… en tu puta casa, ¿algún problema?, eso no me lo dices ahí fuera… me he quedado con tu cara, sé donde vives. Venga coño, hay que echarle valor y decirlo:

Sí, lo reconozco, que sí, joder, que me gustan los gintonics bien preparados, con sus botánicos y sus cosicas, con la burbuja bien tratada, con su kikos y sus gominolas, con su factura elevada… con dos cojones. Me gusta que me pongan bien de cosas en las copas, yo me he tomado gintonic que me han echado el hielo y las frutas en una copa y la ginebra y la tónica en otra. Yo me tomé un gintonic una vez, hicieron una manifestación los del greenpeace a la puerta del bar porque decían que si se seguían poniendo copas como esa el Amazonas duraba una semana.

Ahora que también reconozco que me molan la copas en vaso de plástico, con un hielo, con licores de medio pelo, y la burbuja tratada a hostias, tan mal tratada que el camarero que te la sirve tenía que tener una orden de alejamiento, y la cerveza caliente, y el vino picado, y el solysombra doble con hielo, y el moscatel de la feria y la grappa y un carajillo «quemao», y, y… al lío.

Y esto me recuerda a mi amigo Manolas Bombosiakis, que dejó el fútbol antes de empezar a jugar y al cabo de los años montó un bar en Creta, pero el fútbol sigue siendo su pasión y se dedica a ir a todos los partidos de la selección helena, tocando un bombo y animando, y la gente le tiene como a una especie de héroe, un icono de su selección… menos mal que me he venido a vivir un país normal… ¿os imagináis algo así en España?, imposible.

De chaval, yo me iba con Manolas de copas, nos poníamos ciegos, y como el vivía en el puto centro de El Pireo, en casa de su abuela, me solía a quedar a dormir. Un día que me quede tirándole los trastos a una chavalita, Manolas me dijo que me dejaba las llaves debajo del felpudo de su abuela (del de la puerta, claro) y él se fue a dormir.

A la chavala la abrí una brecha importante en la cabeza con una banqueta, nunca he entendido lo de tirar los trastos, mira que he tirado cosas a tías y nunca me han hecho puto caso… como mucho me han insultado, y gravemente, por extraño que os pueda parecer. Un día hablando con Manolas soltó un concepto, meter fichas, (meterfichasalfoooooonsas… me repetía una voz en off dentró de mi cabezón, meterfichasalfoooooonsas, repetía) peor todavía, una vez en el casino aproveché para meter una ficha de 100€ en la boca a una tía maciza, ¡a ver si esta cae!, pensé, ¡menuda movida!, la maniobra de Heimlich la tuve que practicar, menuda putada, pero bueno ese día por lo menos toque dos tetas… y gordas…

Bueno, visto el éxito con la tía, me atizé otro par de “roncolas”, para completar la bonita cifra de 13 (tengo la costumbre de dejar de beber con rima) y me fui a casa de Manolas, al llegar a la puerta me agacho para coger la llave de debajo del felpudo de su abuela (el de la puerta, claro), el figura se había dejado la puerta abierta, y entre el pedo que llevaba y el movimiento de la puerta caí de bruces y entré dando traspies en casa, acabando mi cara contra una alfombra, ¡¡hostión!!, cuando me voy a levantar, con la risa floja, me veo al perro de la abuela, un gran danés con cara de hijodeputa mirándome fijamente, yo acojonado, cuando miraba para arriba, ahí estaba el perro mirándome, y yo, noladrescabrónquelaabuelamerevienta, y el perro inmóvil, y yo con todo el pedo, y alargo la mano y le acaricio, y el perro inmóvil, y yo con el pedo, dando palmadas al perro “buen xico, buen xico” y el perro inmóvil, y todo dando vueltas, y el perro inmóvil y yo… dormido… roncando como un cabrón… tirado en la alfombra y de repente la voz de una vieja:

– ¡¡Manoooooolas, ven acá p’acá!! a levantar a tu amigo Alfonsas que ha vuelto ha hacer el numerito de venir borracho y quedarse dormido abrazado al gran danes de escayola de la entrada.

Buen fin de semana amigos, que la fuerza os acompañe.

Photo Credit: Karen Demerly

4 comentarios en “Manolas Bombosiakis y el felpudo de su abuela.

  1. Algo paso con el link que no rula! Me quedo con tu cara!!

    Luis Martínez Mancy comunicarteconarte.com 670 527 604

    > El 20/03/2014, a las 10:53, Palabras de Satanopoulas escribió: > > >

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