Microrelato publicado allá por noviembre de 2013, esos chefs que encuentran pegas hasta a los bocadillos de nocilla que les hacen las madres a los niños cuando salen de clase de natación y que detectan los matices del Fairy con el que has lavado el plato en el que has puesto la harina para rebozar los filetes de melva…
Alfredo Pichote visiblemente alterado exigió la presencia inmediata del chef.
– A ver Alfredo, ¿qué cojones quieres ahora?
– ¿Cómo te atreves a hablarme así?… Bueno, da igual… después de esto… ¿Tú has visto esto? Es algo indigno de un chef, ¡¡Dioooos, qué olores!!, horrenda combinación… la apariencia no es del todo mala, pero en boca es una cosa plana, no dice nada… esto… esto es una mierda.
– Mira Alfredo, te voy a decir cinco cosas: deja el alcohol y las drogas, estamos en un cuarto de baño, efectivamente esto es una mierda, la has cagado tú… y voy a tirar de la cadena que al final va a morir alguien.
– ¡¡Coge tus cuchillos y vete, no eres digno de continuar en este “pograma”…!!
– Coge tu cubata y vete tú, Alfredo, que estamos en mi Dönner Kebab y tengo jaleo.
Buena semana y que la fuerza os acompañe.
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