Ante tonto mucho karma.

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… es tan jodida que no nos podemos parar a pensar en las cosas importantes de la vida… por ejemplo, ¿se conocerán Caillou y Dora la Exploradora?, ¿y si se enamoran y deciden formar una familia?, ¿qué clase de hijo saldría de esa pareja?

A veces le digo a Otroyó «eres el hijo de Caillou y Dora», se mosquea y deja de hablarme, entonces yo cambio súbitamente, me pongo intenso, leo libros de Paulo Coelho, escucho discos de Alex Ubago e Ismael Serrano… una vez que estuvo mucho sin hablarme, me descargué un disco de Pitingo… al final Otroyó me dice “Alfonsas, ¿lo retiras?” y yo, «¡Coño que lo retiro, y te pido mil veces perdón, y si me llegase te la chupaba!»… al lío.

Hace poco me encontré con el Frankie, Juan Francisco Miñón Peña, el típico personaje antaño triunfador con las mujeres, al que una vez cumplidos los cuarenta, divorciado en terceras nupcias, le queda poco de su sex appeal pero él no se ha dado cuenta y sigue entrando a todo lo que lleva faldas y diciendo lo de «sí que me follaba yo a esa»… no, si tú te las follabas, pero ellas no follaban contigo ni aunque fueses el único ser vivo vertebrado con órgano genital masculino sobre la faz de la tierra.

– Coño Frankie, cuanto tiempo. ¿Qué mala cara tienes tío? ¿Te pasa algo? ¿Donde vas tan corriendo y medio en bolas?

– Puuuuuf, voy a toda hostia a donar al Banco de Semen, la Muerte Blanca me acecha.

– ¿Y eso? – y pasó a narrarme su inquietante historia.

– Conocí a una tía, Irina Melonova, una rusa de busto generoso. ¡Menuda pedrada! Todo el día con el karma, la predestinación, el horóscopo y su puta madre… y además una concienciada de cojones… pero a mí me pone to’ burro y siempre le estoy metiendo fichas… utilizando el infalible truco de hacerme el mártir, tener muchos problemas… y parece que funcionó. Me invitó a ir un fin de semana a una casa que tiene en un pueblo, para limpiarme el Karma, que es lo que necesito…

Allí nos fuimos, a ver si me limpiaba el Karma y lo que no es el Karma. La cosa no empezó mal, según llegamos me dice que me quite toda la ropa, la de la lana y cuero porque provenía de animales muertos y eso al Karma no le hace ningún bien y la sintética porque entre que era de marca, la hacen niños del tercer mundo con derivados del petroleo mi sentimiento inconsciente de culpa me jodía el Karma… bien, medio en bolas y no acababa de empezar el fin de semana… eso había que celebrarlo, yo había llevado un poquito de jamón, queso, cecina y un lomo (je, je, je… bueno dos, pero uno era pa’l postre) – ya veis que el tío es un romántico.

Ella se puso to’ loca, que si no podía comer eso, que si era un asesino, que normal que mi equilibrio interior estuviese así, que ella era vegana y en su casa eso no entraba. Entonces saqué el vino…

– ¡Alcohol! – gritaba enloquecida – aturde los sentidos y tu karma se confunde».

Al final unas manzanas de su huerto ecológico, me dio la hija de puta, ni pelarlas pude, porque utilizar el cuchillo es causar un sufrimiento innecesario a las pobres frutas.

– Bueno un gintonic sí que nos tomaremos, que he traído el kit de bartender… y esto son todo botánicos y cítricos».

– ¡¡Un gintonic!! además de alcohol, tú serás de los que trata bien la burbuja…

– Of course, darling…

– No entiendes nada, el carbónico de la tónica se adhiere a los glóbulos rojos y posteriormente al tejido cavernoso eréctil y luego vienen los gatillazos.

– Jodeeeer, pues un poco de agua.

– Nooooooooo, no bebas agua del grifo, ese agua ha sido privada de su libertad, además al pasar por las tuberías se mezcla con unas sustancias cancerígenas que…

– Tranquila,  tengo aquí una botella de Fontvella.

– ¡Madre Tierra!, todavía peor el agua embotellada es de lo peor del capitalismo, tú no sabes que las grandes multinacionales y bla, bla, bla… ¡al río a beber agua libre, limpia y pura…

Así que bajamos al río, ella iba delante medio en bolas y me empecé a poner to’ verraco, así que al llegar al río arrimé cebolleta.

Ella me apartó horrorizada:

– ¡Aquí no, animal! Sigues con el Karma negro y además esto es reserva natural, y  nuestros salvajes gritos de apareamiento molestarían a los inocentes animalitos, creándoles profundos traumas y variando sus costumbres, si no quizás te dejase ponerme mirando a Cuenca y que luego me llevases a pollazos hasta allí, aunque me dejase las rodillas y las manos en el viaje.

En ese momento yo eche a correr, con la mano en la chorra, que palpitaba cual si me hubiesen dado un martillazo. ¡Dioooooooooooos!

– ¿Dónde vas? – gritó ella

– ¡A hacerme una paja!

– Ni se te ocurra, ¿tú no has leído los libros del Clan del Oso Cavernario? El semen es un regalo de la Madre Tierra y si no te queda más remedio que masturbarte tendrás que cavar un agujero y devolver tu semilla a la Madre para que no se sienta insultada? – yo empecé a cavar como un loco y ella me grita – ¿Qué haces salvaje?

– El agujero, que siento que reviento.

– ¿Pero no te acabo de decir que esto es una reserva natural?, con la congestión de semen que llevas tú, si lo metes en esta tierra, alteras el PH y dejas el suelo que el de Chernobyl a su lado sería un vergel.

– ¿Y qué hiciste? – tercié yo.

– Eche a correr y aquí me tienes, sin parar desde los pinares sorianos, pero yo esta me la acabo… eso sí, en el Banco de Semen que tengo el Karma como para ir ofendiendo a la Madre Tierra.

Buen fin de semana amigos, que la fuerza os acompañe.

Photo Credit: JD Hancock

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