El triángulo de la Bermudas tiene una peluquería en cada vértice… ¡salón de belleza!, pues eso…

Esta historia la publiqué a finales de agosto de 2013 en mi facebook, eran tiempos difíciles, se me acababan las vacaciones, gente que se ha leído el Quijote, el Ulises, el libro de Aznar y la colección completa de los Hollister diciéndome que mis post eran muy largos, un amigo pasándolo mal… ¡joder un drama!

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… y para mí se recrudece, sí es una putada pero se me acaban las vacaciones… por otro lado recibo veladas críticas a la extensión de mis textos y sutiles indicaciones de que me sobran palabras, que la gente no tiene tiempo para leer 1000 palabras del tirón (¡no me jodáis, y luego diciendo que os habéis leído el Quijote! ¡una polla!). Sí amigos, parece que los recortes, la moderación y la austeridad deben llegar a todos los rincones de esta sociedad, que así sea…

Además hoy no tengo cuerpo para muchas bromas, ¡qué cosas pasan!, os tengo que contar lo que le ha pasado al cuñado de mi amigo Logi, no es una historia agradable pero es digna de contar… al lío.

Estando en el pueblo de mis antepasados me encuentro con mi amigo Logi, hacía tiempo que no le veía, «El Logi«, nacido Eulogio Hernández de la Hoya, es un personaje del que os hablado en otras ocasiones.

– ¿Qué tal Alfonsas?, ¡qué grande tío!, ¡cuánto tiempo, macho!

– ¡Coooooooooño, el Logi!, ¿qué dice el tío?

– Ya ves colega… – y nos ponemos un poco al día de nuestras vidas.

– ¿Y que tal las vacaciones? – le digo, por cambiar un poco de tema.

– Pues hasta hoy bien…

– ¿Algún problema Logi?

– No tío, es que le ha dado a la Laila por irse a la peluquería… y estoy acojonado.

– Bueno tío, que tampoco es tan caro.

– Ja, ja, ja… que jodío el Alfonsas… ¡será por dinero! Si el problema es que me da miedo que no vuelva, cuando entran en la peluquería entran en una especie de agujero negro, cambia la percepción espacio temporal… y si encima se une a las fatídicas palabras «no cogen hora”… pánico, ¿tú sabes lo que le paso a mi «cuñao«?

– No, ¿que le pasó al Yordi? – y este es el estremecedor relato de lo acontecido:

La esposa del Yordi, «la Blanqui«, se fue a la peluquería un día de julio del año 2008, «no cogían hora»… pasaron las horas, pasaron los días, pasaron las semanas, los meses y los años… el Yordi denunció la desaparición, la Guardia Civil le dijo que iba a estar jodido, que ese tipo de desapariciones eran el «bajo a por tabaco» del siglo XXI… a él aquello no le cuadraba, su mujer se había ido dejándolo sólo, con sus niñas de 7 y 10 años, no se había llevado nada… ¡joder, se había dejado hasta el móvil y las llaves!.

Un mediodía de agosto de 2013 con un sol de justicia, llaman a la puerta, Yordi abre… ¡su mujer!

– ¡Qué miras con esa cara de pelele! ¿Habéis comido? – Le espeta la mujer, ante la mirada atónita de Yordi.

– Mil ochocientas veinticuatro veces…

– ¡Joder! qué poquita paciencia, un rato que me retraso y mira…

Blanqui, que llevas 5 años fuera.

– ¡Fueeeeeeera, dice!, si sabías que iba a la peluquería, y sabes que allí «no cogen hora». – Y aquí Yordi le cuenta todo lo que han hecho por localizarla… especialmente lo duro que fue ir a El Diario de Patricia.

– ¡Madre mía!, es que eres un exagerado, mira me hice el alisado japones, como no me gustó me hice una permanente y luego me lo alisaron, me pusieron unas extensiones que tampoco me gustaron y mientras tanto me habían regalado 20 sesiones de rayos UVA y me los dí, me quede dormida y en esas intermedias me han hecho la manicura francesa, dos sesiones de pillig y me han depilado las cejas… después la depilación integral definitiva, dos baños de color y un baño nutriente… y mientras tú aquí tocando los huevos y preocupando al personal.

– ¡Ya vale tía!, ¿vienes a quedarte?

– Por supuesto, esta es mi casa y mi familia… no nos vamos a enfadar por esta tontería ¿no? – dice la tía.

A estas alturas, atónito, interrumpo al Logi y le pregunto:

– Bueno y entonces ¿la tía vuelve de la peluquería a los cinco años y como si nada?

– Bueno, el caso es que ahora la Blanqui le amenaza con dejarle y divorciarse. ¿Sabes por qué?

– Ni-pu-ta-i-de-a.

– Porque él no se dio cuenta que se había cortado el pelo y le habían bajado dos tonos el color de las mechas.

ESCALOFRIANTE…

Buen fin de semana y que la fuerza os acompañe.

Photo Credit: hehaden

1 comentario en “El triángulo de la Bermudas tiene una peluquería en cada vértice… ¡salón de belleza!, pues eso…

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