Archivo de la etiqueta: parejas

Hacienda semen todos (yII). A grandes males, que reme Dios.

Va a subir la marea,
y se lo va a llevar todo,
no veas si noto la fuerza,
yo creo que soy un toro. 
Decidí. Extremoduro.

Toda historia tiene un principio y un final… si quieres conocer el principio de esta pincha AQUÍ… avisado estás.

Ese mismo día cenando comentó como quién no quiere la cosa… Seguir leyendo Hacienda semen todos (yII). A grandes males, que reme Dios.

Hacienda semen todos (I). El amigo comodín.

Me regaló una herida,
cierra de noche,
abre de día;
- no sufras Prometeo -
me dice siempre que la veo.
Me revuelco por el suelo
me revienta la polla
de pensar en ti:
me desangro y 
riego tu jardín.
Prometeo. Extremoduro.

Hola, amigos, ¡qué jodida es la vida!… un día vi en un programa de Jordi Évole sobre un país nórdico, o quizá no lo vi y me lo estoy inventando, que en ese país (de cuyo nombre no puedo acordarme… el alcohol, las drogas, el estrés, la medicación, la falta de sueño y los golpes en la cabeza contra la pila bautismal cuando eres un bebé, es lo que tienen) masturbar a un manco es considerado corrida benéfica y por tanto desgrava a la hora de tributar. Seguir leyendo Hacienda semen todos (I). El amigo comodín.

Se nos va de los runners.

Un esforzado deportista narcoolímpico
de lata en mano y chándal raído
pide unos duritos pa un chute isotónico
que mate el gusanillo.
En la soleada tarde de domingo
en un parque de Moratalaz.
La Cabra Mecánica.

Hola, amigos, ¡qué jodida es la crisis!… y qué jodido está todo o casi todo o nada o casi nada… yo que sé… la peña te saluda y te pregunta ¿qué tal todo?, ¿qué putas preguntas son esas? y yo qué sé cómo va todo, si no sé ni qué tal yo, ¿qué tal todo?, ¿por dónde empiezo?, ¿a nivel personal, sexual, familiar, mi barrio, mi equipo de fútbol, mi judoka favorito, el bar de abajo, el ayuntamiento de mi pueblo, el patxarán de este año, la comunidad autónoma, el mundo, la Asociación de Amigos del Tapón de Corcho Reutilizado, la Tuna de Derecho, los hamsters del vecino, el coche de Fernando Alonso, la bicicleta de Oscar Puente? ¿cómo voy a saber yo cómo va todo? Es imposible contestar honestamente y eso a mí me genera una ansiedad de la hostia…

Seguir leyendo Se nos va de los runners.

Message in a bottle.

Esta mañana salí a caminar,
no me creía lo que veía,
cien mil millones de botellas
arrastradas por la corriente hasta la orilla…
parece que no estoy solo en esto de estar solo.

Message in a bottle – The Police

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… no tiene nada que ver, pero hoy me he acordado de cuando, antes de ser donante “profesional”, paseaba con mis cachorros y alguna amiga-conocida-vetetúasaberqué nos decía a la Sra. Satanopoulas y a mí: Hay que ver qué guapos, qué ricos, qué bien hacéis los niños. Y yo contestaba: Si quieres te hago uno… La Sra. Satanopoulas no esperaba ni la respuesta, me cogía del brazo apretando mucho y con cara de perro (guapo, pero perro) me sacaba de allí.

Seguir leyendo Message in a bottle.

Deja al burro mear, que mientras mea piensa

Hola amigos, ¡qué jodida es la crisis!… y así, por hablar de todo, ¡qué complicadas son las relaciones de pareja!, supongo que especialmente las hombre – mujer… que hasta el día de hoy son las que conozco… y poco, como me pasa con prácticamente todo.

Mi teoría sobre el origen de todo esto…  Dios creó primero a la mujer, a su imagen y semejanza, estaba sólo y se aburría, quería a su lado un ser superior (como él), quería compañía… al día siguiente, la mujer había tomado el mando del tema, quería organizar el universo, el cosmos y su puta madre, andaba recolocando cosas y cambiando los nombres a todo, inventando colores nuevos, andaba con el catálogo de IKEA y quería liar a Dios para que pidiese una furgoneta a su «cuñao» para no sé qué… entonces Dios pensó «algo habrá que hacer para que esta esté entretenida”… “pero un ser que no esté a la altura de la amiga”, “que sólo pueda hacer una cosa a la vez, un ser simple”…, “¡que se joda!” – se fue calentando – “y este que no piense”… “bueno, que piense con la polla”… “mejor, que piense con la polla y con el cerebro”… “pero no a la vez”….

Y allí aparece Adán, y se encuentra con una tal Eva que según llega empieza a darle ordenes, que si “cógeme esa manzana”, el tío pensaba «cógeme la polla» pero decía «ahora mismo«, y la tía «venga cómete la manzana» y él pensaba «cómeme la polla» pero decía «venga ahí esa manzana«… si además de pensar con la polla, Adán hubiese hablado con la polla la historía habría cambiado mucho… al lío.

Mi primera relación de convivencia fue con aquella joven que conocí en una playa y que se empeñó en que la firmase los pechos (pinchad aquí si no lo recordáis), Axilias Pilosonas se llamaba, griega por vía paterna y materna y portuguesa por vía capilar. La cosa no acabó muy bien, no respetaba ese pequeño espacio que cada uno necesita en una relación, la tía estaba obsesionada con el sexo, ¡joder! había meses que quería hacerlo dos veces… ¡joder, dos veces!, entre los partidos, los botellines con los amigos, las pajas (nunca las dejéis, el amor propio es fundamental), mi vida era un no parar… ¡dos veces al mes!, jodida obsesa…

Pero la culpable de la ruptura de la relación fue la frase maldita que toda mujer pronuncia, tarde o temprano, y entoces estás jodido amigo, muy jodido… cuando estando en la cama, ella tras dos codazos en los riñones, con voz suave y un poco ronca dice: «Cariño, ¿estás dormido?«, «no mi amor, ¿qué quieres?«, «no, nada«… y así noche sí, noche no, noche sí, noche también…»Cariño, ¿estás dormido?», «no mi amor, ¿qué quieres?«, «no, nada«… y así… hasta que un día:

– Alfonsas, ¿estás dormido?

– …

– Alfonsas cielo, ¿estás dormido? – otros dos codazos.

– Estoooooo….. – “Pues sí, joder, sí que estoy dormido, mecagüenFidias, ¿no estoy inmóvil cual gato de escayola?, ¿no ves el charco de baba que hay en mi almohada?, ¿no escuchas mis ronquidos de oso cavernario?, ¿qué te pica ahora?, ¡¡copón!!”, pero acerté a decir – no mi amor, ¿qué quieres?

– ¿Tú le puedes pedir a tu “cuñao” la furgoneta?, es que he visto un conjunto de armarios Godmorgon, con lavabo Bråviken, grifos Lundskär y toallero Grundtal en el catálogo de IKEA…

– Cariño – “mecagüenTalesdeMileto” entre dientes – yo no tengo “cuñao”, tú y yo somos hijos únicos y son las 4:35 a.m.

– Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay, lo que me ha dicho, ya no me quieres… me voy con mi madre.

– Vale, pero no hagas ruido, y las toallas no las cojas Fräjen, que hacen pelusa.

No sé donde fueron su madre y ella, pero a mi casa nunca llegaron esos muebles de Ikea… ni ellas… ¿estarán intentando salir de allí?

CODA FINAL: ¿y qué tiene esto que ver con el burro, mear y pensar? Pues nada, pero es que hace años escuché a mi colega Alberto Vega esta frase: «Deja al burro mear, que mientras mea piensa» y dándole vueltas digo… ¡coño, con las tías y con Dios! pues claro que sí, los tíos podemos hacer más de una cosa a la vez, yo mientras meo pienso, pienso cosas como «uuuuuuy, que gustito«, “esto es vida”, «no respires, por Dios no respires aquí dentro no«, “joder, Alfonsas, qué pedo llevas… la última” o «ese frenazo de la taza le limpio yo con mi chorro poderoso«… aunque claro, no sé si lo piensa mi cerebro o mi polla… porque igual la polla sí puede hacer dos cosas a la vez.

Buen fin de semana amigos, que la fuerza os acompañe.

Photo Credit: Guarika Wijeratne

Microrelatopoulas de dudoso gusto musical y mentiras de pareja.

Un microrelato escrito allá por julio de 2013, habla de gustos musicales no compartidos, de adicciones a la tecnología, de pequeñas mentiras piadosas y discapacidad auditiva. A algunos les gustó…

– Devuélveme la tablet que me la has quitao, (que me la has quitao, que me la has quitao), devuélveme la tablet que me la has robao, (ay ay ay que me la has robao), devuélveme la llave de mis sentimientos por favoooooor…

– Toma tu «aipaz» histérico, que estás enganchadito… Y el puto Bustamante

– Busca amantes, busca amantes… ¡¡Que te tengo dicho que me meto en el Badoo buscando sincera amistad y compartir aficiones!!

– Puto sordo…

Buena semana amigos y que la fuerza os acompañe.

Photo Credit: Takayuki Miki